El clima interno en Central Norte tras aquellos traumáticos días de los despidos se descomprimió luego de la necesaria victoria ante Alumni. El viernes visitará a Central Córdoba y tiene un plantel debilitado. Central Norte arrancó con el estigma de ser el principal candidato en el inicio del torneo, no soportó el peso de semejante chapa y se le cayó apenas en el inicio del camino. Se bancó los cimbronazos de un abrupto cambio de técnico (de Hubert Piozzi a Omar Jorge) y cuando la nave parecía estabilizarse volvieron las olas bravas: derrota con Talleres, fracaso en el primer objetivo, dos caídas consecutivas en la reválida y la derrota ante un Banfield juvenil por la Copa Argentina: un cóctel que desembocó en los drásticos recortes, los despidos y la embestida verbal de uno de sus dirigentes en contra del grupo. Pero la turbulencia pasó y el cuervo sobrevivió tras la victoria ante Alumni de Villa María. Sin embargo, las pruebas de fuego no se terminan y al azabache lo aguarda en cuatro días otra verdadera prueba de carácter, el próximo viernes por la noche ante Central Córdoba, en el complicado reducto santiagueño. Central no puede darse el lujo de volver a fallar y necesita imperiosamente ganar para alejar la catástrofe que significaría no ingresar entre los mejores cuatro de la reválida. Pero la lista de soldados heridos para esta presentación es larga: Mario Campos quedó descartado tras sufrir un desgarro de ocho milímetros que lo dejará fuera de las canchas entre diez a quince días. A él se le suman: Cristian Zurita, que no se subiría al micro por una contractura en el isquiotibial de una de sus piernas; y Sergio Oga, el otro contracturado que debilita al diezmado equipo de Omar Jorge. A la larga lista de lesionados se le adosa Diego Magno. El hábil futbolista sufrió un fuerte golpe en la práctica por el cual será sometido a estudios médicos, aunque los pronósticos, al igual que en el caso del Lula, son optimistas. Para colmo, Enzo Noir llegó a la décima tarjeta amarilla y se perderá los próximos dos juegos, cuando el equipo más lo necesita.
