Con una notable actuación del arquero y un gol agónico del zaguero, el Albinegro salvó un punto ante Juventud Unida de San Luis. Una vez más le faltó juego pero le sobró actitud.
En una tarde con muy poco para rescatar en cuanto al nivel de juego, Cipolletti se salvó de la derrota sobre el cierre gracias a las atajadas de Facundo Crespo y el gol de Elvis Hernández. Fue 1 a 1 ante Juventud Unida de San Luis en La Visera de Cemento.
El Albinegro, que había mejorado en las últimas fechas, dio un paso atrás en una actuación muy deslucida.
El rival avisó que podía lastimar desde el comienzo del partido. Con solidez en el fondo y salidas rápidas de contra, los puntanos generaron varias situaciones claras.
Los mejores minutos del local se dieron a mediados del primer tiempo. Brian Visser aportó dinamismo y verticalidad en cada subida. Los laterales se proyectaron constantemente y daba la impresión que Cipo, tarde o temprano, iba a abrir el marcador.
En un buen desborde de Matías Carrera, el defensor visitante Franco Verón salvó en la línea lo que casi fue un gol en contra.
Crespo demostró desde el arranque que estaba inspirado con buenas intervenciones a tiros de Matías Chavarría y Damian De Hoyos.
En el complemento, el Albinegro empezó mejor y se fue desinfló con el correr de los minutos. Antes de los 5’ Manolo Berra tuvo dos ocasiones claras que le tapó Julián Lucero.
Primero con un fuerte remate de media distancia y después con un cabezazo en el área chica.
El impulso inicial duró poco y Juventud Unida logró estar más cómodo con el desarrollo. Mientras a Cipo le costaba errores crear sociedades, el visitante conseguía llegar con pocos pases al arco local.
Crespo agigantó su figura con una excepcional atajada a David Garay a puro reflejo.
En busca de más juego, Gustavo Coronel mandó a la cancha a Diego Aguirre y a Matías Sarraute que se pararon como interiores por delante de Berra, con Visser como enganche. Sin embargo, el esquema no le dio soluciones.
A los 24’ los puntanos avisaron con un tiro de Daniel Carrasco al travesaño. Siete minutos después, tras varios rebotes en el área, Verón marcó el 1 a 0.
Con uno menos por la expulsión de Opazo (por un planchazo), Cipolletti se volcó al ataque y en el cuarto minuto adicionado tuvo premio. Hernández ganó en las alturas y de cabeza anotó el empate definitivo. El Albinegro demostró que es muy difícil ganarle, aún cuando juega mal.
