Un sector de la hinchada asistió esta mañana al entrenamiento. Le pidió a los jugadores actitud y que ganen. En el final, hubo aliento.
Una mañana tensa y agitada vivió el plantel de Cipolletti. Es que los jugadores recibieron una visita inusual en el predio del Banco Nación, donde se realizó el entrenamiento. Hasta allí se dirigió un sector de la barra albinegra para pedirle a los futbolistas mayor entrega y que ganen el domingo ante Sol de Mayo, en medio de la crisis futbolística del equipo en el Federal A.
Según trascendió, la charla duró alrededor de media hora y más allá del enojo de los hinchas caracterizados por este triste presente de Cipo, que el lunes perdió un partido increíble ante Sansinena de local, se supo que no hubo que lamentar agresiones físicas más allá de la intimidante presencia de los muchachos.
Cabe recordar que ese encuentro en La Visera estuvo detenido 12 minutos por incidentes protagonizados por un grupo de la hinchada que no toleró que le dieran vuelta el resultado al elenco local y comenzó a lanzar piedras al campo de juego.
Lo curioso es que al final del encuentro de este jueves en el entrenamiento hubo aplausos de los ocupantes del tablón para los jugadores, a modo de aliento. Es decir, se pasó de la apretada a la arenga. ¿Cómo seguirá la historia si el Capataz no se trae un buen resultado el domingo ante el último de la zona?
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