Alfio Lorenzo, actualmente jugador de Real Pilar de la Primera C, hizo divisiones inferiores y debutó en la Primera de Independiente Rivadavia en 2009 de la mano de Sergio Aldunate. El Cachorro repasó su carrera y admitió haber cometidos errores, sin embargo "se me hizo cargo de cosas que no eran mías, era pibe"
"En mi carrera Independiente Rivadavia es todo, hasta el día de hoy me sigo acordando. Tuve buenos momentos en Fénix y Almirante Brown, pero la Lepra es y va a ser todo", dijo en una extensa charla con Ovación desde su General Alvear natal, donde está pasando el aislamiento obligatorio.
"Pasé un montón de malos momentos que la gente no tiene idea, pero ya está, es pasado. Tengo los mejores recuerdos y como siempre digo se merecen estar en Primera por la gente. Vi cosas increíbles, estábamos descendiendo y llenaban la cancha, eso no pasa en muchos clubes", remarcó.
El Cachorro llegó al Azul en 2007 en edad de Quinta proveniente de Ferro Carril Oeste de General Alvear y vivió muchos años en la pensión del club. Debutó en una derrota ante All Boys y luego no fue tenido en cuenta por varios entrenadores. En 2010 salió campeón de la Liga Mendocina y al año siguiente Jorge Ghiso lo mantuvo en el plantel profesional y firmó su primer contrato.
-¿Te arrepentís de lo que te posó en la Lepra?
- Hice las cosas bien y las cosas mal. Yo tuve mucha culpa en mi carrera, pero ya está, tengo 29 años. Sé que le erré yo y eso me persigue todavía porque después de ahí no volví a ser el mismo futbolísticamente y esa es la verdad", se sinceró.
-Cuando estuvo Cristian Fabbiani se dijeron muchas cosas, ¿qué hubo de cierto?
- Con el gordo (Fabbiani) concentrábamos, disfrutábamos dentro del plantel pero nada más. Después se dijo que andaba de joda con él, pero eso es humo. Yo me he tomado mi vaso de fernet como se lo toma cualquier persona y se decía que vivía de caravana y no es así. Con él tengo la mejor, fue uno de los tantos compañeros que tuve en mi carrera, de los más talentosos sin dudas, pero nada más. Me hacían cargo de cosas que no eran mías y yo les daba mucha pelota, era pibe y ahora estamos los dos en la C (risas).
-¿Volviste al Bautista Gargantini?
- Me da cosa ir a ver los partidos, fui una sola vez a ver al Negro (Ezequiel) Pérez porque es mi amigo y porque para mí fue lo mejor que vi en una cancha. Se merecía el momento que le tocó por todo lo que le hicieron pasar, no me olvido que la gente lo bardeaba porque nunca rendía; y era el mejor de todos. Esa temporada junto a Lucas Gamba casi ascienden al equipo. Ahora es ídolo en el club y me llama poderosamente la atención que no haya vuelto.
