SARMIENTO | Manuel Vicentini: 'El vestuario es lo que más se extraña'

En tiempos donde se podía utilizar el vestuario era uno de los primeros en llegar y el último en irse. Bien lo saben Osvaldo Cisneros (masajista) y Néstor Herrera (utilero). Manuel Vicentini vive a pocas cuadras del Club Sarmiento y una hora y media antes era el primero en decir buenos días o buenas tardes en la ventanita que separa el vestuario de la utilería. Hoy, en tiempos de pandemia, una de las prohibiciones es la de utilizar ese lugar que tanto extrañan los futbolistas cuando se retiran: el vestuario. "Si le preguntás a alguien que se retiró que es lo que más extraña no te va a decir un partido, porque se puede juntar con los amigos a jugar, es el vestuario", afirma el arquero y agrega entre risas: "tratamos de irnos lo más tarde posible para hacerle la vida imposible a los utileros".

La entrevista fue realizada en el programa radial Línea de Juego donde Vicentini habló de su presente, la posibilidad de ser vendido que finalmente no sucedió, qué es lo que más le va a costar recuperar luego de seis meses de inactividad, cómo trabaja un arquero la posibilidad de formarse en un club como Boca y luego tener que irse sin debutar en Primera División, esperar su lugar y tener la importancia que hoy tiene en Sarmiento, donde jugó todos los partidos de los últimos dos certámenes. Además, contó de dónde nace la pasión por el básquet y por Argentino, equipo que va a ver siempre que puede en El Fortín de Las Morochas.

La vuelta: "Perfecto, con muchas ganas, con expectativa de retomar lo que es la rutina, que uno está acostumbrado a levantarse todos los días e ir a entrenar, que estoy acostumbrado desde que tengo uso de memoria y que los últimos seis meses había perdido, no poder compartir con un grupo. Fue muy lindo aprovechandolo y ahí es donde uno más se da cuenta de que falta volver a la rutina y hacer lo que a uno más le gusta"

Su cuarentena: "Me fui para Sanford. Desde ese partido en Mendoza que no podimos jugar, a los dos días me fui, por lo que se comentaba de los límites de las provincias. Entonces decidimos irnos para allá con la familia. Pensábamos que nos íbamos a ir por quince o veinte días, pero nos encontramos seis meses allá"

Su aislamiento en la vuelta: "Fueron catorce días. Uno sentía en la cabeza que cuando volvía, a lo mejor, en algún momento tenía que estar aislado. Lo peor era que a mí no me dejaban ni tocar un poquito de pasto. De una me tuve que guardar, pero ya pasó y estoy contento que puedo estar de vuelta con el grupo"

Su familia, con su nena Olivia, de dos años: "Todo bien, un lujo. Allá en el pueblo no está llegando tan intenso el virus como en ciudades grandes, pero con el respeto que se merece. Tampoco hay que relajarse y viendo como va a evolucionar"

"No sé si te preparan. Uno va identificándose con el puesto y es parte del mismo aprendizaje que vos tenés al encontrarte con ese tipo de situaciones. A lo mejor cuando arrancás, que estás en el club de tu pueblo o clubes no de renombre o profesionales, no te pasa que te encontrás con que no te toca jugar porque destacas del resto, pero cuando empezas a entrar a lugares de mejor nivel empezás a poner los pies sobre la tierra y ves que la competencia es alta. Después está en cada uno tomar decisiones y ver en qué lugar va a tener más chances y mayor comodidad. En base a eso vas formando, a lo largo de los años, una carrera y después te sentarás y verás qué decisiones fueron acertadas y cuáles no. Lo importante es que lo lleves y pases bien el día a día. No sufrir la carrera por no sumar minutos, sino disfrutarla todo el tiempo"

Su salida de Boca y su llegada a Sarmiento: "En un momento uno se quedaba con la sensación de que si no conseguía esa regularidad que había venido a buscar a Sarmiento iba a quedar con las manos medio vacías, nunca iba a conseguir ese objetivo que vine a buscar. Me llevó tiempo, pero hoy encontrandome en esta situación, me siento feliz de haber tomado en ese momento la decisión de venir. Después me pude haber planteado si no me fui muy tarde de Boca porque estar en Boca te lleva a no querer irte nunca y a lo mejor para un arquero que no tenía partidos, irse a los 24 años es medio problemático porque vengas de donde vengas, los clubes cuando buscan jugadores, buscan partidos oficiales jugados y era una situación en la que había avanzado muchos años de edad y no había tenido partidos en Primera División. No se nos hace fácil ese salto. Eso era lo que había apuntado al momento de venirme a Sarmiento y me llevó un tiempo, pero hoy me encuentro muy satisfecho por lo que pudimos hacer y en cuanto al nivel personal, poder mostrar lo que veníamos entrenando"

Las ofertas: "Teníamos mucha expectativa. El club también, no solo yo. El club tenía muchas expectativas en cuanto a mi futuro porque es de público conocimiento que sigo perteneciendo a Sarmiento y sería muy lindo para mí que el día de mañana, cuando me toque salir de la institución, que pueda quedarle algún dinero al club, en forma de devolución a lo que me ha dado. Este virus nos sorprendió a todos. La economía mundial, no solo la de Argentina, está blanda y si ves las noticias, no es que el mercado de pases se movió mucho, a nivel mundial tampoco. Solamente algunos préstamos y pocas ventas. Creo que eso fue uno de los mayores inconvenientes. Junio se dilató para julio, julio se dilató para agosto y todo lo que caía estaba interesante, pero a la hora de negociar la parte económica, los clubes están muy golpeados y les cuesta soltar una moneda extra sabiendo que hay muchísimos jugadores en situación libre. A la hora de competir con ellos se hace complicado, porque los clubes a la hora que salen a buscar jugadores y no tienen que poner un cargo a la hora de llevarlos se les facilita un poco la transferencia"

¿Qué es lo que te va a costar más recuperar?
"Para el arquero lo que más cuesta cuando no estás mucho tiempo en una cancha es el tema tiempo y distancia de la pelota y las velocidades porque estás todo el tiempo con la opción de salir a cortar una pelota dividida. Tiempo y distancia es lo que más te marca el entrenamiento grupal porque el físico vos podés laburarlo en cualquier lugar. Hay que darle mucho énfasis a la técnica. Para un arquero siempre necesitas alguien que te ayude a entrenar y se hace más complicado si no estás dentro de un grupo. Si no se hace entrenamiento específico, se complica un poco más. Sabemos que tenemos tiempo, que falta mucho y no se sabe cuándo se arranca lamentablemente, pero enfocándonos en eso día a día, sacarle el mayor provecho y tratar de afinar lo que es técnica, tiempo y distancia. Tampoco dejar de lado lo físico porque por más que entrenes solo la parte física"

"Es terrible porque estábamos una hora antes del entrenamiento para sociabilizar un poco, a lo mejor meterte un rato en el gimnasio, hablar un poco de la vida de todos los compañeros. Después de entrenar también, buscando hacerle la vida imposible al utilero para que salga lo más tarde posible, ja. El futbolista retirado por ahí te dice que lo que más extraña no es jugar un partido porque por ahí te juntas con un par de amigos y lo jugás, sino que es la convivencia. Lo que más se extraña es el vestuario, donde tenés treinta tipos alrededor, que cada uno tiene su vida y sus cosas para contar. No es fácil imitar un ámbito así cuando ya está retirado. Hoy en día no encontrás eso y me pongo a pensar también que se le debe hacer más complicado a los chicos que vienen nuevos porque vos estás en un plantel, conocés a los que están y podés sacar temas, pero los chicos que vienen nuevos, que intentan socializar y conocer a la gente, no poder compartir un vestuario hace que no te puedas conocer. Todo ese tiempo que no podés pasar juntos se les hace más difícil porque vienen de un lugar nuevo, con gente nueva y debe costarles eso"

Manuel Vicentini: "El vestuario es lo que más se extraña"

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