El delantero Brian Calabrese sufrió las consecuencias de la pandemia, pero ya encontró la tranquilidad en Bahía.
Brian Calabrese encontró en nuestra ciudad y en Villa Mitre el final feliz para más de dos meses de película, que lo tuvieron varado en Omán junto a su novia y subsistiendo con ahorros, luego de jugar 8 meses sin cobrar un centavo.
Tras la odisea vivida en el país asiático, el delantero de 23 años, regresó a su Arteaga natal, se reencontró con sus afectos y recaló en la "Villa" donde encontró justo lo que buscaba: "un club ordenado, en el que sólo tengo que pensar en lo futbolístico".
El santafesino, quien tuvo un breve paso por Olimpo en 2016, se sumó desde el primer día al grupo que conduce Carlos Mungo y que se prepara para volver a la actividad el 21 de noviembre por el Torneo Federal A.
"Desde que llegué confirmé todo lo que me habían dicho sobre el club, es muy grande y muy ordenado. Es lo que buscaba para solo tener que pensar en rendir al máximo y hacer goles, nada más. Tener que pensar solo en lo futbolístico", le contó Brian a La Nueva.
-¿En qué notaste ese orden?
-En todo, desde que llegué. De las instalaciones me habían dicho que eran muy buenas, pero hasta que uno no lo ve… y cuando llegué al predio me sorprendí gratamente. Les dije a los chicos, es un club que no se merece estar donde está, es un club que podría jugar más arriba tranquilamente. Te repito, me gustó mucho eso de que es muy ordenado.
Ese orden y tranquilidad de la que hoy disfruta Brian, es todo lo contrario a lo que le tocó vivir meses atrás en el país asiático a causa de la pandemia.
En agosto de 2019 Calabrese llegó a Mirbat FC, donde jugó 19 fechas marcando 8 goles y dando 5 asistencias. Pese a su gran desempeño, no cobró su salario en 8 meses (elevó un reclamo a la FIFA por los dos años de contrato) y el coronavirus terminó de complicar todo.
"Cuando íbamos a volver con mi novia nos suspendieron el vuelo y un día después cerraron el aeropuerto, quedamos varados. Estábamos desesperados por volver al país", reconoció.
El argentino Gonzalo Galdames les abrió las puertas en Mucat y algunos ahorros personales ayudaron a Brian y su novia a aguantar esos días de incertidumbre a la espera de un vuelo de repatriación.
"Fueron dos meses y medios de desesperación, era levantarme hacer mi rutina de entrenamiento y después era estar siempre con el celular en la mano esperando que me llamen para volver a Argentina. Hoy uno lo cuenta tranquilo, pero la verdad que fue muy duro", reconoce Brian.
Lindo, pero distinto
-Contaste que tuviste que googlear dónde quedaba Omán, ¿Con qué te encontraste allá?
-Con un lugar como para vivir muy bien, es la verdad. Pero sus costumbres son muy distintas a las nuestras, por ejemplo me acuerdo que íbamos a los bares a merendar con mi novia y tienen un sector para hombres y otro lugar para las mujeres. Te pueden mirar mal o decir algo, pero uno va a allá a respetar sus costumbres. En el club comíamos con la mano sentados en el piso. Por suerte me fui muy bien en lo futbolístico y a pesar de todo fue una buena experiencia.
Luego de reencontrarse con sus seres queridos en Arteaga, Brian debía decidir dónde continuar su carrera.
"Tenía posibilidades de volver a Omán, me llamaron varios clubes porque por suerte me fue bien. Allá ganás en dólares y es mucha la diferencia, pero fueron 10 meses de sufrimiento realmente. Por eso lo único que queríamos con mi familia y mi novia era llegar a un club ordenado. Un lugar en el que tenga que llegar y trabajar para rendir al máximo, nada más… por suerte se me dio con Villa Mitre", se ilusionó.
Calabrese realizó las inferiores en Rosario Central, pasó por Unión de Mar del Plata, Olimpo, Ferro de General Pico, Atlético Pantoja en República Dominicana y Mirbat FC en Omán.
Ya enfocado en la Villa
-¿Con qué te encontraste en Villa Mitre?
-Con un grupo fantástico, los chicos me recibieron de la mejor manera desde que llegué.
-Que ya haya una fecha de inicio me imagino que es una gran motivación…
-Totalmente, uno va el entrenamiento sabiendo que arranca el torneo y va enfocado a llegar de la mejor manera a esa fecha para ir en busca del ascenso, que nuestro objetivo.
-¿Ya te dejaron en claro eso, que el objetivo es el ascenso?
- Sí, sí, te repito Villa Mitre es un club muy grande, con mucha gente y si en la temporada que viene está en la Primera Nacional está perfecto porque es su lugar.
-¿Y desde lo personal, con qué objetivo llegás?
- Me siento en un buen momento, vengo a jugar, a hacer goles pero además de eso sé que llego a un equipo armado. Así que vengo a aportar mi grano de arena por ese objetivo, apoyando desde el lugar que me toque.
Omán, sus costumbres y los meses de incertidumbre ya quedaron atrás para Brian, que encontró la tranquilidad que buscaba para subirse al sueño de todo Villa Mitre: el ascenso.
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