El aurinegro sufrió horrores para vencer a Ciudad de Bolívar. La gente alentó y cantó contra el tricolor. Un penal fue la clave para llegar aliviado al clásico.
"El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar....", fue la desepdida de la gente cuando los jugadores aurinegros se acercaron a tributarle el sufrido triunfo ante Ciudad Bolívar, y palpitando lo que será el clásico el venidero miércoles en El Fortín.
Olimpo sacó adelante un partido de esos que se disfrutan el doble, porque tuvo enfrente a un equipo que no quiso jugar -especialista en hacer tiempo- y porque los tres puntos aseguraban mantener la distancia con su más imediato perseguidor, que es precisamente el clásico rival.
Sin jugar bien y lejos de la mejor versión de lo realizado durante gran parte del torneo, el premio llegó por la insistencia, por esa cualidad de ir al frente en todo momento y por un penal -para mi gusto bien sancionado poque el defensor se tira y arrastra el balón con el brazo- que llegó en el minuto 52 del complemento, cuando ya no quedaba más tiempo.
Abel Méndez, el "Tucu", se hizo cargo y con mucho suspenso, porque el arquero Cavallotti se tiró para el mismo lado y hasta llegó a manotear el balón, la pelota pegó en el palo y se intrudujo mansamente.
Méndez corrió a la tribuna y mostró su camiseta: "canten conmigo", que llegamos bien al clásico.
Falló en los metros finales
Los primeros 45 minutos fueron un dolor de ojos. Olimpo propuso en todo momento, pero no tuvo claridad en los metros finales para destrabar el cerrojo defensivo rival.
Los cinco hombres que se prodigaron en defensa en el visitante tuvieron muchísima participación y si bien el aurinegro gozó de la tenencia del balón hubo poca claridad para generar situaciones. Braian Guille intentó retorceder para sorprender con las aparciones de Ham, pero los pases filtrados a los volantes no tuvieron precisión.
Ortega se debatió con una doble marca -Facundo Aguerre y el colombiano Valencia- y lo mismo sucedió con Amarilla, por el sector derecho.
Todo se fue diluyendo a un par de pelotas detenidas -un lindo tiro libre de Braian pasó a centímetros del horizontal, sobre el poste derecho- y algún cabezazo en el área, que casi siempre terminaron en segundas acciones mal ejecutadas.
Ciudad Bolívar no propuso nada. Apenas pelotazos frontales para el Zungui Blanco o el grandote Claudio Vázquez. Era chocar, tirarse y hacer tiempo, empezando por el arquero Cavallotti.
No obstante, como suele pasar cuando te desconcentrás un minuto, la acción más clara la tuvo la visita en los pies del exOlimpo, que llegó exigido a rematar contra el cuerpo de Villar -el arquero salió rápido a tirarle toda la carrocería- y el rebote que le cayó servido al otro delantero, Vázquez, quien demoró un segundo en acomodarse y le permitió a Sebastián Álvarez bloquear el remate que se fue al córner.
Lo destrabó en la última
Olimpo quiso resolver rápido en el complemento lo que no pudo hacer antes. Apretó bien arriba y elaboró un par de paredes que salieron perfectas.
En una de ellas se econtraron Amarilla y Da Silva, y cuando el volante se relamía, por haber quedado mano a mano, aparació el pie izquierdo de Cavallotti para arruinar el festejo.
La siguiente fue un hermoso pase filtrado para Braian Guille, quien utilizó su especialidad -la digonal contra los defensores que retronaban mirando a su arco- para quedar perfilado de zurda y de frente. En un buen momento el gol se caía de maduro, pero Guille viene torcido y el equipo lo siente. El tiro fue un tirito a las manos del "1".
Guille se puso fastidioso cuando en un segundo tiro libre desde inmejorable posición la pelota dio en la barrera y en el rebote también le entró muy mal. El delantero convirtió por última vez frente a Estudiantes de San Luis, algo inusual para una de las figuras del torneo.
Mayor, con mucho criterio, empezó con los cambios pensando en lo que se viene, y si bien el panorama casi no varió, al menos le otrogó rodaje a dos jugadores que pueden aportarle mucho al equipo. Méndez y Ledesma entraron con unas ganas tremendas, al igual que Affranchino, Di Buo y Lazza.
En la visita se retiró muy aplaudido -cuando fue reemplazado por Troncoso- el Zungui Blanco, quien dejó un gran recuerdo de su paso por Olimpo.
En los minutos finales Ciudad Bolívar se acordó de asomar la cabeza con algunas pinceladas del creativo Yeri, y fue ahí donde Olimpo se agazapó para dar el zarpazo.
Hubo minutos de incertidumbre por un choque de cabezas entre Vázquez y Affranchino -el delantero de Bolívar se llevó la peor parte- y otros adicionados con criterio.
Cuando el partido se moría, una tremenda corrida de Méndez por izquierda derivó en un centro rasante que buscó tapar Facundo Quiroga arrojándose al piso. El defensor arrastró la pelota con su brazo izquierdo y el árbitro no dudó: penal.
Méndez eligió el palo derecho del "1", que se tiró sin convicción hacia adelante y no tuvo fuerza en los brazos para contener el balón. Palo y a cobrar, con deliro desatado en las tribunas, que por cierto estuvieron activas durante todo el partido cantando y alentando.
Al final hubo algunas escaramuzas y emujones que partieron del bando rival, aunque no pasó a mayores, a menos que el árbitro tenga algo para informar.
De cara al clásico, los "Tucu" "Tucu" hicieron su recital en dos funciones. El miércoles se verán las caras y se sabrá quien tiene la voz más afinada.
La síntesis
OLIMPO (1)
Villar
Mendoza
S. Álvarez
M. Ferreryra
Perotti
Cristian Amarilla
Cevasco
Ham
Ortega
B. Guille
Da Silva
DT: Carlos Mayor
CIUDAD BOLÍVAR (0)
Cavallotti
Aguerre
Valencia
Quiroga
Lucero
Vitale (c)
Sequeyra
F. Suárez
Yeri
Blanco
Vázquez
DT: Darío Ortiz.
PT. No hubo goles.
ST. Gol de A. Méndez (O), de penal a los 52m.
Cambios. 68m. Méndez por Ortega y Ledesma por Guille; 77m. Di Buo por Cevasco y Affranchino por Mendoza; y 82m. Lazza por Perotti, en Olimpo; 65m. Troncoso por Blanco, 71m. Palisi por Sequeyra, y 82m. Olivera por Aguirre y Duarte por Suárez, en Ciudad Bolívar.
Árbitro. Marcelo Díaz.
Cancha. Olimpo.
