El Naranja derrotó 1-0 a San Miguel con gol de Torres y sumó su segunda victoria consecutiva. Se pus
Más que un buen arranque producto de la casualidad, este Berazategui del Lobo Juan Carlos Zerillo versión 2013 hace que su gente comience a ilusionarse fuertemente con el ascenso a la B.
En un estadio teñido de Naranja, gracias a los casi 4.000 hinchas que se acercaron al Norman Lee para alentar a su equipo, Berazategui sabía que, ante quien llegaba como uno de los punteros, San Miguel, tenía una inmejorable chance para repetir la gran actuación que había tenido la fecha anterior, con su categórica goleada ante Italiano en su propia casa. Y a eso salió el Naranja, con un equipo que se plantó muy bien en la mitad de la cancha merced a un Mariano Quillutay que tuvo la mejor actuación desde su llegada al equipo y, a partir de él, las tareas de Banegas, Pombo e Italiani también alcanzaron muy buenos rendimientos.
Ya sobre el área defendida por Ruggiero, era Pastor el que tenía a muy maltraer a los del fondo visitante que no tenían empacho alguno en reventarla de punta y para arriba ante cada situación de riesgo generada por los delanteros del Naranja. Un gran desborde de Italiani por izquierda, sobre los 20m lo dejó a Pastor en inmejorable posibilidad para abrir el marcador, pero la soberbia intervención del 1 de San Miguel ahogó lo que hubiera sido un golazo. Cinco minutos después, otra vez fue el arquero del Trueno Verde el que, ahora, se quedaba con el grito de gol de Pombo.
Por su parte, de la vereda de enfrente, César González descansaba muy tranquilo merced a su compacta línea defensiva en donde Islas fue su figura. En el complemento, el partido siguió siendo tan cerrado y peleado en la mitad de la cancha como lo había sido a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos que hubieran merecido concluir con una victoria para el local.
Clara y definitivamente parado para la contra, San Miguel apostaba a los pelotazos en profundidad para la velocidad del ex Naranja Cristian Alessandrini que si bien fue muy bien capitalizado por sus ocasionales marcadores, siempre era un arma peligrosa. Sobre los 65, Pombo volvió a desperdiciar otra clara chance para abrir el marcador y, sobre los 75 un tremendo zapatazo de Pastor desde casi 30 metros hizo que el 1 visitante se luciera desviando la pelota por sobre el travesaño.
Cuando parecía que el partido pintaba para el empate, a los 84m apareció Torres para desatar la locura entre los cerca de 4.000 hinchas Naranjas que se fueron del Norman Lee ilusionados ante un equipo que los hace ilusionar.
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