Patronato volvió a la victoria en casa y lo hizo nada más y nada menos que ante Central, que volvió
Lo dijo Miguel Russo mientras esperaba la reanudación tardía (por incidentes) del segundo tiempo, "en esta categoría, un partido parejo se rompe con la pelota parada, es importante". Y vaya que tuvo razón el técnico de Central. Porque más allá que después hubo argumentos de un lado y de otro para que el resultado termine 2 a 1 a favor de Patronato, esa pelota parada a la que hacía referencia el DT, fue clave en el partido, tuvo un antes y un después.
Se moría un parejo primer tiempo... por momentos dominado por el "Canalla" pero con poco riesgo, sólo Leonardo Acosta hacía la diferencia entre los 22, cada vez que el delantero se ponía en contacto con la pelota algo pasaba, Yacuzzi nunca lo encontró, el "7" se cansó de desbordar y de generar situaciones de gol, incluso una propia que Caranta mandó al córner. Pero más allá del delantero, Patronato no mostraba argumentos sólidos como para ponerse en ganancia, Central gracias al manejo de Méndez y Nery Domínguez (más que interesante proyecto), circulaba bien la pelota, era seguro con ella, pero no punzante.
Se moría un parejo primer tiempo... desborde bárbaro de Acosta, anticipo de Ramiro López y la pierna de Ferrari salvaba a Central. Por poco tiempo. Porque de ese córner, el "Negro" Walter Andrade les ganó a todos, sacó un misil de su cabeza que le quemó las manos a Caranta y se transformó en el 1 a 0 del local. Ya se jugaba adicionado, no había tiempo para más. Son de esos golpes que golpean y mucho cuando los recibis en contra, porque te vas empatado al vestuario con cosas que mejorar, con un discurso del DT ya memorizado, y de la nada, te vas abajo en el marcador y todo a repensar.
Y sí, tenía razón Russo, la pelota parada en esta categoría suele ser decisiva. Y lo fue en este partido. Porque los siguientes 45 minutos fueron totalmente distintos a los primeros, era otro encuentro. Patronato con la urgencia de volver a ganar y más en casa, se retrasó y mucho en el campo, las dos líneas de cuatro estaban bien juntas y cerca del área propia, sólo Carrasco y Acosta esperaban alguna contra. Claro, Acosta estaba inspirado y parecía que con él solo bastaba. Se sumaba Ramiro López cada tanto y Central ofrecía espacios casi suicidas, mal aprovechados por el local, que tuvo en los pies de Acosta a los 8 un mano a mano difícil de errar para el 2 a 0.
Central acusó el retraso de Patronato y se adelantó masivamente, Medina entró por Becker y Bracamonte por Costa, con esto, Central pasó a atacar con ¡4! delanteros, Medina y Lagos a los costados como los viejos wines, Toledo y Bracamonte adentro. También se adelantaron Ferrari y Yacuzzi para armar con Méndez y Domínguez otra línea de cuatro en el medio, con lo que tan sólo Peppino y Castiglione marcaban de mitad de cancha hacia atrás. ¿Suicida? Un poco, más con el nivel de Acosta de esta tarde, y sobretodo porque más allá de la cantidad de atacantes, el método era el mismo, centros para Toledo y Bracamonte, y allí Andrade acrecentó su figura, Boggino sacó todo, Gutiérrez y Graciani cerraron su lateral y nunca Medina y Lagos pudieron ganarles el duelo. El ex Instituto intentó muchas veces, y si bien siempre estuvo cerca de lograrlo y generar desequilibrio, siempre le faltó algo.
En una de las tantas chances de contragolpear, Patronato encontró el segundo. Se apuró Ramiro López, metió un pase al centro del área perfecto para que Acosta anote el 2 a 0 con Caranta casi vencido. Ahí Central entró en desconcierto, ahí parecía que el dueño de casa podía golear casi sin proponérselo. Pero a Lagos le salió bien el único desborde de la tarde, falló Graciani en el cierre y Méndez cambió el centro atrás por el descuento.
Y volvió a creer el "Canalla", pero volvió a errar el camino, ocho jugadores en ataque para terminar seis de ellos tirando centros a los dos restantes, centros que nuevamente eran resueltos por Andrade y Boggino. Patronato volvió a aferrarse al 2-1, volvió a hacer apología del "aguante", del todos atrás defendiendo la victoria tan necesaria. La dupla mandó otro defensor por la figura Acosta, y ya la muralla de Paraná era demasiado grande e impenetrable para un Central carente de ideas, irregular, que volvió a perder fuera de casa y que de esta forma navegará en la tabla, a pesar de Méndez y de Domínguez.
SINTESIS
PATRONATO (2): Sebastián Bértoli(c); Gabriel Graciani, Walter Andrade, Ignacio Boggino, Luis Gutiérrez; Gastón Machín, José Babak, Sebastián Vidal (62, Gabriel Bustos), Ramiro López; Leonardo Acosta (77, Sergio Blanco) y Mauricio Carrasco (89, Walter Yacob). DT: Luis Medero-Claudio Marini.
Suplentes: Agustín Bossio, Patricio Pérez, Gastón Rossi y Jorge Piñero Da Silva.
ROSARIO CENTRAL (1): Mauricio Caranta; Paulo Ferrari(c), Franco Peppino, Carlos Casteglione, Javier Yacuzzi; Pablo Becker (53, Antonio Medina), Nery Domínguez (81, Hernán Encina), Jesús Méndez, Diego Lagos; Ramiro Costa (59, Héctor Bracamonte) y Javier Toledo. DT: Miguel Angel Russo.
Suplentes: Jorge Broun, Leonardo Talamonti, Germán Rivarola y Nicolás Freitas.
GOLES: (45) Walter Andrade (P), (72) Leonardo Acosta (P), (76) Jesús Méndez (RC)
AMONESTADOS: Graciani, Acosta, Vidal (P); Yacuzzi, Peppino, Costa, Méndez (RC).
EXPULSADOS: No hubo.
INCIDENCIAS: (17) El partido estuvo demorado por un minuto debido a la gran cantidad de pirotecnia en ambas parcialidades. El entretiempo duró 25 minutos debido a incidentes entre ambas hinchadas.
ARBITRO: Carlos Maglio (bien).
ASISTENTES: Horacio Herrero y Maximiliano Del Yesso.
ARBITRO SUPLENTE: Lucas Comesaña.
LA FIGURA: Leonardo Acosta (P).
ESTADIO: Presbítero Bartolomé Grella.
CAMPO DE JUEGO: Bueno.
Foto: Gentileza Diario Olé.
