Llegó a la punta el aurinegro, venció en Alta Córdoba por la minima a Instituto.
Es fácil aferrarse a la calidad de Gustavo Bou y explicar la victoria ante Instituto desde allí. Es tentador. Hasta en algún punto sería justo con en entrerriano. Pero quienes no tuvieron la suerte de acompañar al equipo hasta Córdoba ya van a ver su genialidad durante el domingo.
El video está al caer. Pero detrás de un golazo a diez minutos del final hubo 80 minutos de rendimiento altísimo. Cuando Olimpo se luce, emociona. Cuando no luce, enorgullece. Y la emoción es un lindo mimo pero el orgullo dura toda la semana. Ante un rival durísimo, aceitado, mecanizado pero poco previsible, luchador e injustamente relegado a los últimos puestos de la tabla; los muchachos de Perazzo festejaron por sexta vez consecutiva y regresan a Bahía mirando a todos desde arriba.
Champagne y sus primeras voladas con el partido 1-0. Moiraghi y su calidad de sobra. Furios y su juego aéreo. Martínez y Villanueva bancando el mano a mano frente a los dos extremos rivales. Gil garantizando un aprobado simplemente por su despliegue. Musto invisible y efectivo. Vega y su piernita que siempre llega antes. Gutiérrez igual de criterioso en defensa y en ataque. Benítez y su jeringa clavada en el tobillo izquierdo. Y Bou, que estuvo a punto de salir por una lesión pero Perazzo lo dejó en cancha por motivos obvios.
Pese a la lesión, Bou permaneció en cancha y definió el partido.
Costó tapar la salida cómoda de Vismara, pero ahí estuvo Bou en el minuto 90 ocupando el espacio indicado. Costó que Gil participara del circuito de juego como en otras oportunidades pero ahí estuvo Gutiérrez para hacerse cargo. Costó evitar los desbordes de un Instituto que atacó con tres delanteros y ahí estaban Musto o Moiraghi para cubrir espaldas cuando hiciera falta. Costó superar la marca escalonada a Bou pero ahí estaba el goleador para probar desde afuera del área. Cada pequeña batalla tuvo su costo y su premio.
En líneas generales Olimpo fue el mismo siempre. Pero su virtud, también una constante aunque cada semana con una leve variante, es que en menos de 90 minutos se flexibiliza lo suficiente para acomodarse a lo que le pide cada partido. Contra Nueva Chicago hubo que luchar, se hizo, y se ganó. Hoy en Córdoba tocó aguantar los desbordes y mantener la intensidad y concentración que exigía el juego prolijo del mediocampo rival. Y otro festejo.
Puntero y lejos del cuarto en la tabla de posiciones, el Aurinegro está fabricando una gran campaña en base a calidad, entrega e inteligencia. Nunca renuncia a ninguna de las tres virtudes, y nada hace pensar que a corto plazo esta estructura pueda flaquear. ¡Que pase el que sigue!
SÍNTESIS
Instituto (0): Chiarini; Damiani, Delmonte, Báez, Floris; Vismara; Aguirre, Bernardi; Burzio, Velázquez y Biglieri. DT: Darío Franco.
OLIMPO (1): Champagne; A. Martínez, Furios, Moiraghi, Villanueva; M. Vega, Musto, Gil, Gutiérrez; Bou y Benítez. DT: Walter Perazzo.
Gol: ST. 38 Bou (O).
Cambios en Olimpo: ST. 33 Sánchez Sotelo x Benítez, 34 Soto Torres x Gutiérrez y 42 García x M. Vega.
Árbitro: Juan Pablo Pompei.
