Primera B - COPA ARGENTINA - BARRACAS CENTRAL 1 - MIDLAND 2

Siamo fuori

Barracas dejó una mala imagen frente a un rival que poco hizo en el partido. Falto de ideas, de cara

Las luces de la fama, los flashes de las cámaras y el codearse con los grandes, fue tan fugaz, como este paso de Barracas Central por la segunda edición de la Copa Argentina. Es un hecho Barracas, perdió de local con Midland. No pudo derrotar a un equipo que milita en una categoría menor y que se encuentra debajo de la mitad de la tabla en su campeonato. Afuera en la primera instancia. Chau Copa Libertadores. No es broma, este torneo clasifica para el campeonato continental de clubes más importante de Sudamérica. Dicen que la ilusión es lo último que se pierde. Puede que sea verdad, pero no tenga duda que en Barracas es lo primero. Solo resta haber visto los 90 y pico de minutos que se jugaron en Olavarría y Luna.
Kopriva decidió darle una chance a jugadores que habitualmente no son participes los sábados, para que puedan demostrar que están en condiciones de jugar por el torneo de la B metropolitana y también para que puedan mostrarse. Algunos ni se enteraron.
Seguramente para la mayoría de los barraqueños, lo mas importante son los porotos de los sábados. Esos que cuestan muchísimo conseguir y los que te otorgan la tranquilidad de la permanencia. Pero la ilusión de la "Copa" no se negocia con la gente. La ilusión de viajar, de ver tus colores enfrentándose en tierras lejanas con clubes impensados es inalterable y no entiende de excusas o de desganos. Ese es el espíritu de esta competición y ese es el sentimiento que uno pretende que se refleje en el campo de juego. Quizás Midland, no fue mas que Barracas. Seguramente el equipo de Kopriva mereció empatar el partido e ir a la tanda de penales, como sucedió cada vez que el dt dirigió en esta competencia en la primera edición. Pero merecer no es querer. Para que analizar el partido. Comentar si entro tal o cual jugador, o si los cambios fueron efectivos. Midland apostó, se la jugó y nos embocó. No hay reproches al triunfo de los de Libertad, si a la quietud barraqueña, al poco contagio de algunos y a la escasa vergüenza deportiva.
Vergüenza, que debería nacer con solo pensar un segundo en el empeño que se hace en club que si por algo se destaca, es por su seriedad y el esfuerzo.