Gimnasia y Esgrima dejó pasar ayer, en Sunchales, una más que buena oportunidad para prenderse definitivamente en la lucha por la clasificación a la siguiente fase pero, en forma inexplicable, la dejó pasar.
Gimnasia comenzó ganando el partido con un gol de Sergio Sagarzazú y pareció que todo venía bien porque el local se quedó con nueve pero, en el final, Franco Mendoza clavó el empate. Increíble. En lo previo un empate en Sunchales no era mal visto por cómo están las posiciones y, principalmente, por lo que le cuesta al equipo de Bravi sacar puntos jugando fuera del Núñez. Pero luego, la forma en que se dio el juego ese empate que debe haber pegado duro en el plantel.
Con un triunfo Gimnasia quedaba como escolta de Central Córdoba y con todo a favor para meterse en la ronda siguiente. Ahora está tercero a una unidad de su rival de ayer.
El Lobo tuvo un buen arranque de partido y en la primera que tuvo pasó a ganar. Un centro de Maxi Gómez fue conectado de cabeza por Sagarzazú para el uno a cero. A partir de eso se repitió lo del estadio Núñez en el partido de la primera rueda: Gimnasia chocó una y otra vez con la seguridad de Darío Sand, el arquero de Libertad, que otra vez fue la gran figura del partido.
En el complemento las cosas se fueron solucionando porque Libertad hacía lo posible para el triunfo del Lobo. A los 31’ se fue expulsado Darúio Arias y tan sólo 4’ después Emliano López. Todo a pedir de los de Bravi que sin embargo siguieron sin definir el partido y Libertad, con pocas ideas pero muchas ganass, se fue encima del arco defendido por Catriel Orcellet. Cuando ya se jugaba tiempo de descuento, en el último centro, apareció la cabeza de Framco Mendoza quien había reemplazado a Correa, para darle un festejado empate a la gente de Libertad y dejando con toda la desazón a los del Lobo.
Fue empate y habrá que ver cómo pega esto en un plantel que venía de escaparle al descenso en la fecha pasada y que tenía este partido para el despegue.
