El Mate puso el fútbol pero Juventud Unida marcó los goles y se quedó con una victoria vital. Al de Santángelo no le bastó con el primer gol de Alessandrini para llevarse un punto.
En el fútbol no hay merecimientos que valgan. Es sencillo: para ganar un partido, tenés que hacer más goles que el rival. Y por más de que intentes jugar por abajo o de que tengas un juego ofensivo distinto al resto de los equipos de la divisional, si no mandás la redonda adentro, te quedás con las manos vacías. Una vez más, Argentino de Quilmes pagó cara su falta de contundencia y sumó una nueva derrota. Juventud Unida fue práctico y se quedó con tres puntos valiosos que le permitieron ponerse a tiro de Flandria. El Mate, en cambio, desperdició la gran posibilidad de cerrar la primera parte del torneo a uno de la cima.Pese a las dimensiones del terreno, el campo estaba en perfectas condiciones y eso le permitió a Argentino poner la pelota al piso. Si bien fue impreciso, desde el control de la pelota manejó las riendas del encuentro y se hizo protagonista.Matías Correa tuvo el primero en sus pies cuando quedó solo dentro del área; pero al Chino le faltó vocación ofensiva para mandarla adentro. Después lo tuvo Arias ingresando por el segundo palo y también Marclay, que tras una buena combinación con Alessandrini, remató cruzado y exigió la intervención de Alemán, que alcanzó a manotear al tiro de esquina.Pero esa superioridad no pudo traducirla en el marcador y, como ya se convirtió en una constante, cuando le llegaron no lo perdonaron. En el primer avance a fondo del dueño de casa, Gastón Trotta se escapó por derecha y metió el centro al medio para la aparición de Hernán Essers, que tocó a la red y estampó el 1 a 0 con el que se iban a ir al descanso.Todo lo que se especulaba en la previa con el cansancio físico que podían llegar a padecer los locales (jugaron tres partidos en una semana) apareció de golpe en el complemento. Porque la visita salió hecha una tromba y arremetió contra un Lobo Rojo que no pudo hacer nada para frenar el poderío ofensivo de un equipo que enseguida encontró la igualdad.Marclay se pudo escapar de la marca de Alejandro Morqales y antes de llegar a la línea de meta envió un centro milimétrico a la cabeza de Alessandrini; el Polaco le ganó a su marcador y metió la cabeza para sacarse la mufa y gritar su primera conquista con la camiseta del club de la Barranca.Fueron 20 minutos a todo Mate. El Pájaro Marclay tuvo enseguida la gran oportunidad de dar vuelta el marcador con un mano a mano que estrelló en el travesaño, y después Alessandrini, tras una gran habilitación de Arias, perdió el duelo con el arquero, que fue abajo y le ahogó el doblete al ex Bera.Con el correr de los minutos el juego empezó a hacerse trabado y disputado en la mitad de la cancha. El elenco de Roberto Romano fue pura lucha y disimuló las grandes diferencias entre uno y otro sacando de adentro ese plus que le dio la chance de ganar, a poco del cierre, un partido que daba la sensación se le iba a escapar.Argentino volvió a dormirse en una pelota parada. Salió del fondo tras un rebote y se desentendió de la marca. Mario Gallardo la peleó, pasó con mucha facilidad por el medio y le rompió el arco a Leguizamón para decretar el 2 a 1 final.Aunque todavía queda una rueda, Argentino está obligado a encontrar un equilibrio si pretende ser uno de los animadores. El juego ofensivo lo entiende a la perfección, pero a la hora de defender su arco, da demasiadas ventajas que ya no se las perdonan. Será una de las cuestiones a corregir.
"Esto me terminó de liquidar"
Oscar Santángelo, técnico de Argentino de Quilmes, se fue muy dolido por la derrota y una vez finalizado el encuentro, le confesó a EL SOL Deportivo que se tomará unos días para pensar y analizar su futuro. Si bien habló desde la impotencia, dejó un interrogante en cuanto a su continuidad. "Ya no entiendo más nada. Antes del segundo gol de ellos tuvimos la chance de darlo vuelta con una del Pájaro (Marclay) que dio en el travesaño y con una de Alessandrini solo, no quiso entrar y ellos, sin proponérselo, se quedan con la victoria". Y agregó: "lo cierto es que estoy mal yo y esto me terminó de liquidar. El equipo juega bien, no hace fulbito, pero hay que meterla porque sino no ganás".
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