Primera Nacional - PATRONATO

El que se desespera, pierde

La necesidad de sumar de a tres en el campeonato le puede jugar en contra al Rojinegro. Esto no debe pasar, hay que ser pacientes y mantener la línea de juego. Ganar confianza será vital para crecer. Pero, irremediablemente, eso llegará con triunfos. Estirar la atención en el fondo a los 90 minutos y comenzar a convertir lo que se genera, son los puntos a mejorar.

Patronato nunca pudo ganar en Jujuy. El equipo entrerriano llegó a la segunda categoría de ascenso en Argentina y siempre la cosecha más importante fue un punto. Dos derrotas y cuatro empates marcan la actividad Rojinegra en esta zona del norte del país. La del domingo fue la primera participación del Santo en el estadio "23 de Agosto" con intensiones serias, de salir a ganar el partido. Antes, siempre fue a cuidar el cero en el arco de Sebastián Bértoli, sin tomar riesgos y muchas veces sumando gracias a la ineficacia del adversario.

La idea de juego de Patronato, versión Iván Delfino, parece la más audaz y equilibrada desde la llegada del equipo a esta división. Si bien le convirtieron un gol en los tres partidos, a los rivales les cuesta quedar de frente al arquero Rojinegro. Y, si bien apenas metió dos tantos, ha logrado llegar mucho, prevaleciendo en el juego y en la tenencia del esférico.

"No debemos negociar nuestra idea de juego, las situaciones de los rivales van a dejar de meterse contra el palo y las nuestras van a empezar a ser gol", sostuvo Bértoli, el capitán Santo, tras el partido. Esa es la clave para lo que viene; esa debe ser la forma de pensar. El jugador del Negro debe convencerse que esto va a ocurrir, debe pensarlo, debe sentirlo y no solo expresarlo. En este juego, el que se desespera, pierde.

LA NECESIDAD
Ganar es algo que espera todo el Mundo Patronato, más allá del buen momento que pasa el equipo en lo anímico y futbolístico, pero al pasar los partidos y no sumar de a tres se vuelve una necesidad. Esto no tiene que jugar en contra por más que no ocurra en la próxima presentación como local, que es una buena chance para conseguir lo que tanto se está buscando, el Santo debe mantener la línea de juego y comenzar a solucionar lo que falta para ser un equipo completo y ganador.

HAY VARIANTES
Algo positivo que mostró el Rojinegro en el estadio jujeño, fue la diversidad futbolística que puede tener el equipo para prevalecer sobre el rival. El conjunto de barrio Villa Sarmiento comenzó el partido con dos delanteros bajos, pero con movilidad. Intentó recuperar la pelota en terreno contrario y cuando la tuvo, intentó usarla con cautela, moviéndola hasta tres cuarto de cancha, donde imprimía cambio de ritmo y era vertical.

En los segundos 45 minutos salió Leonardo Acosta e ingresó Matías Quiroga. El Flaco tenía que aguantar los bochazos que llegaban desde diferentes sectores. Delfino había elegido ser más directo en la forma de atacar. Ya no había tanto traslado, tanta creación.
El esférico no pasaba más por los pies de Esteban Orfano y de Leandro Becerra. Pero la presencia de Quiroga era importante, si este no la podía bajar, la pelota quedaba dividida y ahí comenzaban a actuar los otros intérpretes del Rojinegro.

El Santo tiene variantes de nombres, algo que será importante con el correr de los juegos y mientras avance el campeonato. Pero también es importante que con un cambio de nombre o con los mismos profesionales en cancha, el DT pueda variar y buscar lo que crea correcto para superar al rival. Eso no había pasado en el juego con Douglas Haig.

PARA POTENCIAR
Patronato tiene cosas que corregir para potenciar lo que produce. La atención en el fondo debe estirarse a lo que dura el partido.
El Negro por desatenciones ha tenido que ir a buscar la pelota adentro del arco en todos los compromisos. Otra cuestión crucial es el ataque, donde las situaciones de gol que se generan no terminan perjudicando al rival. Dos puntos claves para terminar de encontrar la tranquilidad que se espera y no desesperarse.