Luego de vivir una pesadilla en la cancha de Laferrere el lunes por la tarde por la 3º fecha de la Primera C, el entrenador de Dock Sud, Sergio Benet, contó la crudeza del momento que les tocó atravesar en La Gloria o Devoto. El "Negro", ex DT de Juventud en el 2009, dio detalles de lo ocurrido en el match, cuando en el primer tiempo debió suspenderse por una balacera de hinchas locales contra la policía fuera del estadio, pero fue más profundo y pidió cambios radicales.
Durante el primer tiempo de la 3º fecha del campeonato de la Primera C del Fútbol Argentino, y con el partido empatado 1 a 1 entre Laferrere y Dock Sud, comenzó una balacera afuera del estadio, que obligó a suspender el match: "Es muy fuerte, y todos los que estamos en el fútbol tenemos que mirarlo desde otro punto interpretativo. La causa no es el resultado ni el andamiaje del equipo. Estamos ante un problema en donde el Estado debe tomar conciencia que a los argentinos nos gusta mucho el fútbol y deben cuidarnos. Fue una guerra entre pobres y pobres, entre pobres de hinchas y pobres de policías, y los que manejan las cosas están ausentes", explicó Sergio Benet, técnico de los visitantes.
El "Negro", quien pasó por Pergamino para dirigir a Juventud en el 2008 y 2009, fue rehén junto a sus jugadores por un largo tiempo dentro del vestuario: "Vivimos horas difíciles. Hay que ponerse los pantalones y hacer las cosas en serio. Había un antecedente, en el último partido de Dock Sud y Laferrere pasó algo parecido, donde incluso se quemaron autos y uno era el mío", recordó.
Para poder retirarse del reducto, Benet explicó que lo hizo mediante un hincha de Lafe: "Para salir de la cancha lo hice con un barra que dijo "yo te saco", incluso con la camiseta de Laferrere y dijo "a él no lo toquen". Esto es un problema que deben solucionar los políticos, la AFA, los entrenadores, los jugadores, los periodistas, esto tiene que ser transparente", manifestó.
Consultado sobre lo sufrido, el ex ayudante de Jorge Ginarte hizo memoria: "Empezamos a escuchar los tiros, los golpes en los portones, y nos encerramos en los vestuarios. La policía actuó coherentemente, los dirigentes también, los que no estaban coherentes era la gente, estaban sacados, rodearon todo el estadio. Es grave esto, no es tan simple como sacarle la localía, los puntos, esto hay que arreglarlo en serio", se quejó.
Una de las imágenes que más lo marcó a Sergio, fue el susto de sus players, cuyas edades oscilan entre los 21 y 25 años: "Mis jugadores son pibes, tenían un miedo bárbaro. Nunca vivieron esto y uno trataba de protegerlos como un padre, los abrazaba y les decía que nosotros los íbamos a cuidar. Fue una situación difícil, pero esto de alguna manera tenemos que resolverlo, tenemos que terminar con los violentos", finalizó.
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