Primera B - C.A. BROWN 4 - ATLANTA 1

El Carnaval de Adrogué

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Con un mes de retraso, este sábado llegó el carnaval a Adrogué. ¿Comparsas y desfiles? No, show de goles de Brown que goleó 4 a 1 a Atlanta para afianzarse en la punta. El "Bohemio" jugó un partido paupérrimo en defensa y dio todas las ventajas posibles que aprovechó el oportuno "Tricolor" de Vico. Dos de Quintana, García y Britto, los goles del puntero. Descontó Quiroga para la visita.

No dejó dudas el líder del campeonato. No se amedrentó por el apellido del rival ni por el envió que pudo haber significado para la visita la victoria en el epílogo ante Colegiales. Literalmente lo pasó por arriba Brown a Atlanta, en todas las líneas. Ganó en defensa por alto y por bajo, se impuso de sobremanera en el mediocampo y pudo más en ataque que la flojísima (para ser buenos) tarde de la defensa bohemia. Sólo hubo partido por 15 minutos, después fue un monólogo local ante la ineficacia y la tibieza del equipo de Sialle.

Al minuto de juego Atlanta hizo lo más importante (y casi lo único) del partido. Presión para recuperar, le imprimió velocidad a las puntas con Quiroga por izquierda, centro pasado para la llegada del lateral Mancinelli, nuevo centro y no llegó a conectar Martínez. Parecía que íbamos a tener partido. Pero no, porque Atlanta no tuvo peso en la mitad y la perdió fácil, cuando Maidana y Villamayor se asentaron ganaron el duelo y se quedaron con el premio. Sproat fue más que Quiroga en una banda y Lemmo más importante que Guzmán en la otra.

Desde el inicio del torneo la idea de Sialle es atacar permanentemente, con volantes y laterales que se convierten en punteros. Pero no siempre ser ofensivo en la idea es jugar bien. Y Atlanta en ese ímpetu de ir todo el tiempo comete errores tácticos e individuales que paga caro. Mancinelli es tan rápido y tiene tantas ganas que se superpone con Guzmán, Quiroga va todo el tiempo pero no retrocede bien y el lateral de ese lado (hoy Torres) queda partido y a mitad de camino. Cortizo traslada demasiado y no achica para adelante, los centrales quedan a cuadras de distancia del doble cinco, generando un cuadrado ideal para el rival de turno. Y si encima de estas cuestiones a aceitar, hay errores individuales groseros, es difícil.

Y más cuando enfrente hay un equipo sólido, ordenado, corto, que se conoce de memoria, como Brown. Salvo el raro torneo del semestre pasado, el "Tricolor" en los últimos años ha sido un animador permanente de los campeonatos, con ascenso incluido. Y este 2015 parece haber retomado las riendas de lo que fue. Los 4 del fondo son firmes, expeditivos, fuertes de arriba y juegan en corto con los del medio, los laterales van poco pero cuando van saben cómo hacerlo y generan peligro. Maidana volvió a encontrarse con el mejor Maidana y es un equilibrio justo, silencioso y necesario. Villamayor se suelta tranquilo gracias a la solvencia de Maidana y juega, pero corre y marca. Lemmo conoce todo lo relacionado con el carril, marca, juega, corre, llega al fondo, se tira al piso; y Sproat es el distinto, de otra categoría. Parece haber encontrado los puntas Vico, Quintana y Brito, similares en todo, se entienden perfecto. Van bien de arriba, saben con los pies, pivotean y aguantan todo, y lo más importante, hacen goles.

Cuando poco pasaba pero Brown ya era el dueño del campo, a los 13 minutos apareció la primera siesta del fondo bohemio. Pelotazo en salida de 70 metros de Pfund de izquierda a derecha, Torres y Peláez se quedaron quietos, Sproat de primera la metió al medio y Quintana tocó al gol. En dos minutos nomás, Mancinelli jugó corto para Serrano en salida, Serrano (de las peores tardes de su carrera) se durmió y se confió, Quintana lo anticipó, corrió solo, nadie le salió, y definió al primer palo descuidado de Barucco. 15 minutos, 2 a 0, partido liquidado.

Atlanta siguió cometiendo errores infantiles en el fondo y no tenía idea con la pelota. Salvo un cabezazo de Talamonti por arriba del seguro Ríos, no llegó al arco. Maraschi intrascendente, Guzmán casi inadvertido, Serrano lento, impreciso, errático y sin peso, Cortizo lento y mal parado, sólo Quiroga aportaba algo de ganas y de juego pero contagiado por el resto, terminaba mal.

Brown se tranquilizó, mermó el ritmo y cuidó la pelota. Cuando quería y se lo proponía, atacaba y estaba al borde del tercero.
Que llegó cerca del final del primer tiempo, el ingresado García (por un lesionado Quintana, esguince) tocó en mitad de cancha y fue a buscar, Brito rebotó de primera y bárbaro y con ese toque los cuatro del fondo quedaron parados y estáticos, García corrió 30 metros solo ante el arquero y definió con una exquisitez, un toque para dejar tirado a Barucco y corrió hasta abajo del arco. 3 a 0 e historia terminada.

En el complemento no hubo diferencias al inicio, Brown más cerca del cuarto que Atlanta de descontar. Con Palisi por Serrano hubo más orden, Cortizo se paró delante de la línea de tres (Mancinelli ya era volante) y entre el 5 y los centrales se acomodaron mejor. Claro, el local cómodo con la ventaja se tiró unos metros más atrás, casi que dejó de atacar y se concentró en que sólo pase el tiempo. La visita equivocaba los caminos, con supremacía en mitad de cancha para tocar y llegar, abusaba del pelotazo a Pedrozo que perdía con los centrales. En la única que elaboró bien llegó al gol, Guzmán por el medio para la llegada profunda de Mancinelli en la derecha como puntero, centro atrás para Maraschi que le quemó las piernas a Ríos que no pudo hacer nada cuando Quiroga capturó de zurda el rebote para el 1-3. Pero fue apenas un oasis porque si bien faltaban 30 minutos, Atlanta no mejoró ni empujado por el gol. Mancinelli era la bandera de las ganas al menos, pero a veces su ímpetu era contraproducente, arrancaba en la derecha, terminaba en la izquierda, iba hacia el medio, se chocaba con otros compañeros y desordenaba al resto.

En el local Brito seguía debatiéndose con los centrales y siempre le fue bien. Aguantando, pivoteando, llevándola solo, el uruguayo era el mejor y le faltaba el gol. Pocos ya lo acompañaban pero cuando lo hacían, era medio gol. Y así fue cuando en una de las tantas contras, el punta, bien asistido, corrió y sacó el latigazo de derecha al primer palo del inseguro Barucco para sentenciar cualquier intento de reacción del rival. 4 a 1 y faltaban poco más de 10 minutos. Y terminaron sobrando esos 10 minutos porque Atlanta bajó los brazos, dejó de pelear y Brown empezó a ponerle el moño a la fiesta. La gente se desahogó, el equipo jugó más tranquilo y Aldazábal no tuvo más que terminarlo a los 45 clavados, todo un síntoma, para un partido que en realidad ya estaba terminado desde mucho antes.


SINTESIS

BROWN (A) (4): Martín Ríos; Joel Barbosa, Víctor Soto, Guillermo Pfund, Guillermo Sánchez; Matías Sproat (73, Fernando Torrent), Adrián Maidana (78, Rodrigo Pepe), Oscar Villamayor, Facundo Lemmo(c); Alejandro Quintana (20, Juan Manuel García) y Maximiliano Brito. DT: Pablo Vico.

Suplentes: Diego Quiros, Guillermo Esteban, Leonel Ríos y Jonatan Tridente.


ATLANTA (1): Rodrigo Barucco; Lucas Mancinelli, Leonardo Talamonti(c) (72, Nahuel Fernández Silva), Cristian Peláez, Adrián Torres; Leandro Guzmán, Pablo Cortizo, Julio Serrano (ET, Martín Palisi), Matías Quiroga; Federico Maraschi y Diego Martínez (31, Fabricio Pedrozo). DT: Arnaldo Sialle.

Suplentes: Mauro Dobler, Hugo Silva, Leandro Martínez Montagnoli y Juan Galeano.

GOLES: (13) y (15) Alejandro Quintana (B), (41) Juan Manuel García (B), (61) Matías Quiroga (A) y (77) Maximiliano Brito (B).

AMONESTADOS: Lemmo, Barbosa, Pfund, Maidana (B); Peláez, Pedrozo (A).

EXPULSADOS: No hubo.

INCIDENCIAS: No hubo.

ARBITRO: Gonzalo López Aldazábal (regular).

ASISTENTES: Octavio Stewart y Pablo Giménez.

CUARTO ARBITRO: Gustavo Apaza.

LA FIGURA: Maximiliano Brito (B).

ESTADIO: Lorenzo Arandilla.

CAMPO DE JUEGO: Bueno.