Argentino de Rosario no se sacó diferencias con Yupanqui y sigue sin poder ganar en casa. El empate sin goles de la tarde del domingo dejó un sabor amargo en el equipo del "Garza" Previtti.
El arranque del encuentro fue totalmente favorable para los locales, que inclinaron la cancha con mucha intensidad y tuvieron la chance de abrir el marcador en algunas ocasiones. Sin embargo, la claridad comenzó a oscurecerse y el partido se fue diluyendo con el correr de los minutos hasta convertirse en un verdadero bodrio futbolístico.
Desde temprano, Argentino presentó serios problemas defensivos, principalmente en el retroceso. El equipo quedaba largo por la enorme distancia que separaba a la línea del fondo con el mediocampo, y este fue el principal error que supo aprovechar la visita. El 5 Daniel Casais, que fue el motor de Yupanqui, con mucho oficio se puso el equipo al hombro al hacer las veces de distribuidor. Quedando suelto y trabajándole las espaldas a los volantes salaítos (y hago hincapié en lo lejos que estaban de la defensa), llegaba con espacios y libertades al área rival para atacarlo de frente. Esto hizo pasar papelones a la retaguardia del equipo de Previtti, desprotegida y confundida.
La última parte del segundo tiempo fue digno de un partido inglés. El medio pasó desapercibido, viendo pasar la pelota de área a área. En el golpe por golpe no se supieron sacar diferencias: un palo para cada equipo (incluyendo una espectacular chilena de Facundo Camafreita que se estrelló contra el parante del arquero), varios mano a mano despilfarrados y bloopers defensivos que no abrieron el marcador porque la suerte así lo quiso.
Los cambios: El encuentro fue realmente aburrido para el espectador, más allá de esos minutos finales; pero decepcionante para los técnicos que lo vivieron desde el banco. José Previtti, DT de Argentino, quiso cambiar el funcionamiento de su máquina moviendo algunos engranajes y cambiando pieza por pieza, pero no lo logró.
En el complemento, probó con la movilidad de Facundo Reynoso sacando a un hombre de mitad de cancha que sobraba (Díaz). Minutos después buscó en Walter Vergara el juego por las bandas; y le terminó sobrando una variante.
Los números: 4 puntos en 4 partidos. Ese es el saldo de esta opaca temporada del Sala. Uno ganado, uno empatado y dos perdidos. Aún no puede gritar victoria en el José María Olaeta.
Si bien a simple vista la campaña es gris, está a dos del último y a tres del puntero. El pobre desempeño general de la Primera D hace sombra sobre la realidad futbolística del club de barrio Sarmiento.
