El Ogro se empezó a despedir de San Luis, tras meses pasados por lesiones y goles importantes para el logro de la permanencia.
"Lo importante es que gracias a Estudiantes, a mis compañeros que valen oro y a Carlos Ahumada superé el partido más difícil de mi vida y lo gané gracias a su apoyo; eso no tiene precio y siempre lo voy a tener en mi corazón". Con esas palabras, Cristian Fabbiani comenzó a escribir el texto con el que quiso expresar agradecimiento por tanto cariño, a través de las redes sociales. Fue el día del último partido del año que jugó el equipo puntano. El goleador mostró la pena de no poder jugar en el cierre del campeonato (por la suspensión de tres fechas).
Por esto días de licencia, instalado en Buenos Aires, Fabbiani descansa al lado de sus afectos más preciados. "Quiero estar cerca de Uma, porque cuando juego afuera la extraño. Me tira la familia, las amistades; por eso vamos a ver si me quedo a jugar en Buenos Aires", contó en una entrevista que ofreció a un medio nacional.
En Estudiantes su contrato vence a finales de diciembre y por eso ya habría algunos clubes interesados en tenerlo la próxima temporada: "La idea es estar cerca de mi familia, pero vamos a ver qué pasa". También la institución puntana ha manifestado el deseo de retenerlo por un año más.
Así como Estudiantes de San Luis, "El Ogro" tampoco olvidará nunca el 2015. Le tocó transitar en tierras puntanas la recuperación de su tumor cancerígeno a la par de un equipo que hizo su primera experiencia en la segunda categoría del fútbol argentino. "Conseguimos 56 puntos para un club que recién ascendía, mantuvimos la categoría y clasificamos a la Copa Argentina", dijo. Y recalcó su agradecimiento a: "Un presidente que estuvo en todo momento cuando me operaron, que nunca dio un paso al costado; a mis compañeros, un grupo humano impresionante, que consiguieron logros importantes, al chofer del micro, a los utileros; gracias a todos ellos pude salir y estar hoy al 100%". En el análisis de lo que le dejó su experiencia en San Luis no quiso olvidarse del buen trabajo que realiza el cuerpo técnico en la preparación y manejo con la pelota.
