El entrenador Santo remarcó cómo sus dirigidos pudieron revertir una historia que comenzó siendo adversa. "Fuimos efectivos y nos defendimos bien", remarcó el sunchalense.
A un paso de concretar el sueño de los hinchas; a un paso de cumplir con el objetivo que los futbolistas, cuerpo técnico y dirigentes se pusieron al iniciar la temporada. Patronato demostró ser un equipo maduro para afrontar estas instancias y está en la final del reducido por el ascenso a la Primera División del fútbol argentino.
Por ese enorme paso que dieron anoche ante Instituto, inmediatamente después que el árbitro Néstor Pitana decretara el final del encuentro los jugadores del Santo estallaron de felicidad y se unieron en un fuerte abrazo en el corazón del campo de juego del estadio Presbítero Bartolomé Grella. Celebraban eufóricos con todo el pueblo Rojinegro.
Y a pesar de que mostraba cautela, el entrenador Iván Delfino no ocultó su alegría y satisfacción por lo logrado ayer. "Hubo un esfuerzo mental para dar vuelta un partido que arrancamos abajo. Después nos dedicamos a defender y dependimos de un arresto individual para definir la historia. No nos caracterizamos por eso", fueron las primeras palabras del DT, quien continuó con su análisis: "En este caso vale más el resultado que el juego, pero lo destacable es que fuimos efectivos y nos defendimos bien.
Instituto juega bien, pero le cerramos los caminos y, salvo la del Pipi García, no tuvieron ninguna clara; de todas maneras no nos podíamos confiar porque es un equipo que dio vuelta muchos resultados sobre la hora".
De cara a la final que se viene contra Santamarina, el sunchalense se mostró convencido: "Los dos equipos llegamos de la misma forma y los dos estamos a un paso de cumplir un objetivo. Ahora es una cuestión de los jugadores, lo que podamos agregar verbalmente desde afuera está de más. Este equipo tiene mucha personalidad".
"Sabemos que tenemos que tener cuidado con los jugadores de jerarquía que tienen de mitad de cancha hacia delante", concluyó.
QUIÉN DEFINIÓ LA SERIE. Leandro Becerra marcó el tercer tanto de la noche y sentenció la historia. En primer lugar, el Chucho recalcó lo importante que fue levantarse rápido tras el tanto del conjunto cordobés: "Nos hicieron un gol, por lo que fue importante empatar y poder darlo vuelta rápido. Ellos juegan muy bien y supimos liquidarlo. Queríamos manejar la pelota, pero nos achicaron los espacios y nos cerramos bien. Lo ganamos con nuestras armas".
"Nos merecíamos jugar la final por lo que hicimos a lo largo del año –prosiguió-. El técnico me iba a mandar por izquierda, pero le dije que me ponga por derecha porque vi que ellos se cerraban y quedaban espacio. Me tocó convertir a mí, pero eso era lo que menos importaba".
El ex Defensa y Justicia también elogió al próximo adversario: "Demostró que es un equipo muy importante, que ha salido a jugar de igual a igual en cualquier cancha".
EL HISTÓRICO. Si bien nació futbolísticamente en Sportivo Urquiza, Walter Andrade está en el conjunto de barrio Villa Sarmiento desde hace 10 años y es prácticamente un hijo de la casa. Por eso se entiende que cómo defiende los colores hasta las últimas consecuencias y cómo festejaba la clasificación a la final.
"Tenemos mucha alegría porque se dio el resultado que buscábamos. Obtuvimos un lindo triunfo a pesar de comenzar con el pie izquierdo, pero el equipo demostró hombría y pudo dar vuelta la historia" dijo el defensor a los micrófonos de La Fiesta del Fútbol, para añadir que "en el primer tiempo se hizo un gran desgaste y en el segundo tiempo perdimos la pelota. Si bien nos metieron contra el arco, no nos llegaron con claridad".
"Santamarina es un gran equipo, que tiene jugadores de peso en el ataque. Trabajaremos para contrarrestar sus virtudes", finalizó.