Diego Galanternik, arquero de Luján, habló en exclusiva con Mundo Ascenso sobre el paro del ascenso y la incertidumbre que les da los dirigentes a los jugadores.
¿Cómo viven ustedes este parate del ascenso?
La verdad que es todo incertidumbre, no saber si jugamos o no a menos de 24 hs. del partido es algo que no puede pasar en un deporte tan profesional como el fútbol.
No sólo nos influye en lo deportivo sino que todos estos inconvenientes hacen que se retrasen los pagos y en los clubes de ascenso el sueldo es muy importante para poder vivir.
¿Ustedes estaban a favor de la postura de jugar?
Si, el jugador siempre quiere jugar, el problema es que considero que nosotros no tenemos peso, nuestra opinión a nadie le interesa y al ser tantos jugadores, este ambiente te descarta, entonces por miedo uno se calla o acata lo que le imponen y no debe ser más así. Los jugadores tenemos que tener más peso en la toma de decisiones.
¿Nunca se les acercó un dirigente a preguntarles que creían?
No, nunca me pasó en ningún plantel que estuve, que un dirigente se haya acercado al jugador para consultar sobre decisiones dirigenciales. Si sobre temas económicos.
Hablando de lo económico, ¿Cómo viene Luján con los pagos?
Nos deben agosto hoy en día. En comparación con otros clubes no estamos tan mal debido a que el presidente se preocupa por eso y también nos ayudo a los que viajamos con los viáticos.
Pero uno no tiene que estar contento con esta situación, es como decir: "Me robaron pero por suerte no me mataron". No debe ser así, las cosas se tienen que acomodar y hacerse bien de una vez.
Si tuvieras la posibilidad de juntarte con los dirigentes que determinaron este paro, ¿Qué les dirías?
Es medio difícil tener una argumentación porque uno no conoce las internas actuales, pero yo creo que tendrían que hacerse cargo del pasado de cada club porque después resulta que se reclama algo y tienen deudas monstruosas.
¿Que diferencias encontrás entre la dirigencia de primera a la dirigencia del ascenso?
Difícil... Por ahí los dirigentes de ascenso tienen que arreglarse con lo poco que tienen y a la vez poseen menos posibilidades económicas que los de primera. Creo que algunos dirigentes de ascenso son más cercanos al jugador y se ponen en la piel del otro
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