Todos los protagonistas en Independiente Rivadavia coinciden en que el punto que se trajeron de Gualeguychú contra Juventud Unida fue más que positivo. Los fundamentos son primero, que fue en condición de visitante, luego que el plantel hizo un gran esfuerzo por el extenso viaje –20 horas– y por último, que se sigue sumando y hace tres fechas que no se pierde.
Matías Villarreal recordó las vicisitudes que el plantel azul tuvo que pasar en su periplo a Entre Ríos. "Siempre hay cosas para corregir, frente a Juventud Unida no fue el mejor partido que hayamos jugado. No son excusas, pero tuvimos un montón de adversidades, como por ejemplo que el viaje duró 20 horas, fue bastante cansador, el calor y la humedad que hubo", contó el aguerrido volante central.
Con respecto al trámite del partidos sostuvo: "Nos encontramos con el gol, no supimos mantener la ventaja o la mantuvimos muy poco, pero es sumamente positivo y más porque jugamos de visitantes".
El mediocampista surgido de la cantera leproso valoró el empate al decir: "No nos tenemos que volver locos, hay que sumar, es muy importante no perder, porque es una categoría muy dura y pareja. Estos puntos que sacamos de visitantes estamos seguro que al final del torneo van a tener su crédito".
Indudablemente, el gran objetivo que todavía el equipo no cumplió fue el haber ganado de local. "La cuota pendiente sigue siendo ganar en casa, para con nosotros mismos y también para nuestra gente. Necesitamos ganar de local, es algo que nos está pesando, pero no hay que volverse locos, siempre salimos a buscar los encuentros y esperemos que el domingo en la Catedral podamos darle una alegría a la gente y también una a nosotros", analizó.
