Los goles del albo los marcaron Motta, de penal a los 42 minutos del primer tiempo y Nicolás Aguirre, a los 25 del segundo período, y Fabio Giménez, a los 37.
Hay partidos en el Gimnasia y Tiro no luce porque los rivales logran someterlo en un laberinto donde no encuentra la salida adecuada para armonizar su juego, pero quedó demostrado que este equipo del Chaucha Bianco mantiene eficacia y ante casos que por ahí tienden a ser más complicados, como ayer se presentó frente San Jorge, en el Gigante del Norte, utiliza practicidad y así consigue un resultado a favor por tres a cero, justo y merecido.
Es que este buen andar del albo se respalda en al búsqueda constante de encontrar la formula más acertada para vulnerar el arco contrario. El partido que Gimnasia y Tiro cumplió contra el expreso tucumano marcó varias aristas. En un primer momento la iniciativa del juego se concentró por el lado millonario a tal punto que logró imponer mucho vértigo y encerrarlo al rival en su propio terreno. En ese lapso del dominio de la pelota del equipo local, el Nico Aguirre efectuó un remate que el Gonzalo Carniel salvó providencialmente su arco. También Juan Amieva, a través de un golpe de cabeza inquietó al arco contrario.
Pero una vez que San Jorge pudo salir del encierro, equilibró el trámite y llegó hasta Darío Sand. El número nueve Jonathan Vera, se movió de tal forma para burlar las marcas y así provocó cierto fastidio que no concretó.
Cuando parecía que el cero cerraba una primera etapa con contadas ocasiones para la apertura del marcador, Fabio Giménez sorprendió en el área de enfrente y para frenarlo le cometieron falta que el árbitro Echeverría marcó la ejecución desde el punto del tiro penal y Pablo Motta con remate bajó inauguró la cuenta.
De acuerdo a cómo se plantea luego el juego, Gimnasia y Tiro con el uno a cero a favor, sabe que debe ampliar las diferencias para no sufrir ningún sobresalto. Y allí considera también que para aprovechar el envión que siempre otorga una ventaja parcial, para producir un nuevo agrietamiento en el arco adversario, tiene que seguir trabajando de la misma o mejor manera de lo que venía plasmando en el campo de juego. Por eso es importante volver a la jugada de cómo se gestó el segundo tanto que convirtió Nicolás Aguirre, en un bonita combinación de pases seguidos y que le quedó servido al goleador para que empujara el balón adentro del arco.
Cuando se notaba cuanto impacto causaba los dos goles en contra en los hombres de San Jorge, Fabio Giménez insistió en seguir mostrándose con esa ansías de vulnerar el arco de Carniel, al defensor le llegó un centro, que de palomita no perdonó y cerró la cuenta para el delirio de sus hinchas.
Lo que parecía que se complicaba para los jugadores millonarios se terminó simplificando con un marcador que no admite discusiones y que se asemeja a lo que mejor expuso el ganador, en líneas generales, en la cancha.
No en vano Gimnasia y Tiro trepó en el lugar donde se encuentra actualmente en las posiciones. A su juego, ahora le está induciendo otras características para fortalecer una racha que le permite continuar creciendo y quedar, cada vez más cerca del primer objetivo: la clasificación a la siguiente instancia de la competencia y que esta a un paso.
Claro que todavía queda un trecho y con duros escollos, pero esta empresa, por ahora, dio indicios de que se encuentra transitado por el camino correcto.
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