En el "Dr. Plácido Tita", el Lobo aprovechó el desorden aurinegro para imponerse 3 a 1. El equipo de Roldán había hecho seis goles en todo el torneo, pero encontró a un notable Gonzalo Sosa que se despachó con un triplete.
El problema está adentro y afuera. El Tigre es un desconcierto absoluto. Se mueven piezas y el funcionamiento lejos de mejorar es cada vez peor.
De hecho, entre el cierre de la 1ra ronda, toda la 2da y lo que va de la 3ra, cosechó 6 puntos sobre 24 posibles, con una victoria, tres pardas y cuatro derrotas.
Pero lo hoy fue preocupante. Fue goleado de local por un Gimnasia que había hecho apenas seis goles en 12 fechas y que le hizo tres en 53 minutos.
Todos fueron de Gonzalo Sosa, el hombre del partido. Claro, con tantos espacios, el punta se hizo un festín. ¡Ah! El tercero, en el inicio del complemento, fue una volea descomunal.
Ojo, Sosa pudo haber hecho cinco. Es que, en 12 minutos el Lobo ya ganaba 2 a 0, y durante el primer tiempo, el delantero tuvo otros dos mano a mano.
Uno lo perdió ante Rodrigo Manera, y en el otro estampó el balón en el horizontal. El conjunto de Tosello evidenció un gran desorden. En defensa fue permeable, y Corro, que volvió a jugar de marcador central por las ausencias de Beltramo y Del Grecco, quedó expuesto.
En el medio, a excepción de Martín, el resto no colaboró con la recuperación, y como si fuera poco, López y Guantay no hicieron daño por los costados. De hecho, el coach sacó al volante cordobés en el entretiempo.
Gimnasia hizo lo que quiso todo el encuentro. Con Damián Bastianini manejando los tiempos, y un letal Gonzalo Sosa, le sobró para concretar la mejor actuación del torneo.
Preocupante momento del Cañonero, que ahora quedará libre y los dos próximos partidos los tendrá que jugar fuera de casa (Defensores de Pronunciamiento - Unión).
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