Ante Dálmine, Argentinos volvió a lucirse. También Gabriel Heinze, quien no solo acertó el planteo del partido que el Bicho gano cómodamente, sino que se soltó un poco más de lo habitual en conferencia de prensa, y admitió que se siente "muy feliz" en La Paternal. Además, habló sobre la actuación de Fydriszewski y sus constantes charlas con Rolón.
La charla, lógicamente, siempre empieza por el partido. Buscar explicaciones a lo que acabamos de ver en el verde césped. "Nos impusimos en el primer tiempo, donde hicimos la diferencia, y en el segundo, no quisimos hacer lo bien que hicimos en el primero . Me hubiera gustado estar en el marcador un poquito más arriba, pero nos propusimos hacer el partido que salió, ante un rival duro que venía golpeado", sintentiza Gabriel Heinze en su primer análisis del cotejo, en este caso, victoria por 2-0 ante Villa Dálmine.
En un encuentro, siempre alguien se destaca. Este miércoles por la noche, bajo lluvia, las figuras fueron dos. Una de ellas, Francisco Fydriszewski, autor de los dos goles locales. "Es una alegría que nuestro 9 vuelva a marcar", resalta el DT, para luego hablar sobre su técnico dentro de la cancha, el jugador emblema y polifacético de este equipo, el gran Esteban Rolón: "Hablo constantemente con él porque está en el centro del campo y es el único que puede ocupar dos posiciones en el mismo partido. El equilibrio del equipo depende de él, tanto por delante como por detrás de la línea defensiva. Esteban nos viene acostumbrando a este rendimiento".
De lado queda el partido. Algunas preguntas señalan el gran presente y la catarata de elogios que recibe el equipo. "El que se tiene que sentir halagado es el jugador que juega. Ellos se merecen todo, saben cuál es el camino", sostiene. Otras, apuntan a conocer ese lado de Heinze, que el entrenador no quiere ni le interesa mostrar. "Soy de hablar muy poco con la gente. Tengo gente de confianza, que me transmiten elogios, pero trato de cortarlos enseguida cuando me dicen algo y cambiar la conversación", confiesa. Incluso, reniega de las ovaciones recibidas: "Las escuché. Estoy agradecido, pero también me acuerdo de los insultos recibidos al principio".
La renovación de su contrato, que vence a fin de campeonato, es un tema aplazado por el propio DT: "No he hablado casi nada. No le di más de diez segundos a lo que me han dicho porque estoy preocupado por otras cosas". Clarito. Más allá de las ganas que dirigentes e hinchas tienen de que el Gringo siga por un largo rato. Él está en otra sintonía. "Vivo el día a día. Pienso en algún ejercicio nuevo para los chicos, que los motive, que aprendan algo", remarca. La victoria número 15 de su ciclo llega en el día de su cumpleaños 39, y el Gringo se suelta un poco. Entre tantas respuestas a preguntas ajenas, no logra ocultar una sensación que lo invade: "Me siento muy feliz acá".
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