Copa Argentina - GIMNASIA DE MENDOZA 1 (4) - 1 (2) TALLERES

Marchiori: "Hasta mi abuela me habló por WhatsApp"

Fuente:

Tomás Marchiori, arquero de Gimnasia y Esgrima y figura en la Copa Argentina, contó intimidades de su persona y su carrera. "Quiero poder vivir de esto", aseguró.

Tomás Ignacio Marchiori, un pibe de 22 años nacido en uno de los tantos barrios de Godoy Cruz. Sencillo, introvertido, emprendedor y con muchos sueños por delante. Ese pibe es también el arquero de Gimnasia y Esgrima, héroe en una noche que será siempre recordada: el día que el Lobo eliminó al Talleres de Córdoba, de primera división, ante 25.000 hinchas cordobeses.

"Cuando empezamos a atacar pensé que iban 15 minutos del segundo tiempo, pero cuando hacemos el gol, Paolo (Olivera) me hace señas de que solo faltaban 3. Veía que todos mis compañeros pedían la hora y cuando nos empataron se me vino el mundo abajo", relató el 1 de Gimnasia.

"El gol del empate me descolocó por lo que sabía de su pegada. Me cambió el palo y me descolocó", contó el portero.

El juvenil arquero mensana contó cómo se sintió cuando el DT Marcelo Fuentes lo confirmó como titular: "Me imaginé otro partido, uno siempre se imagina lo peor. Me empezó el hormigueo en la panza pero tenía muchas ganas de jugarlo. Cuando estás dentro de la cancha te imaginás que estás jugando en primera división. Es como un sueño".

Sobre su historia junto al club del Parque, Marchiori contó que "Javier Kola (hoy coordinador de divisiones inferiores) fue quien me vio jugar de chiquito en Andes Talleres y me llevó a Gimnasia. Le estoy agradecidísimo".

"Un vecino, Rubén, me vio atajando en la calle, y tenía otro vecino y amigo, también llamado Rubén, quien estaba jugando en Talleres y me dijo si quería ir. Debo haber tenido unos 8 años, o menos. Me presentó a Javier Kola, quien era entrenador, y estuve jugando ahí un tiempo. Yo quería jugar arriba, pero me ponían de arquero. Al tiempo Javier se fue a Gimnasia y me fui con él", continuó el relato.

"Hice cuatro años en inferiores y dejé de jugar, porque fue cuando empecé la secundaria y estaba en esa típica etapa de rebelde. Después de tres años, Javier me fue a buscar de nuevo a mi casa y volví", dijo Tomás.

"Soy un pibe de barrio que desde chico le metió para adelante. Como pasa en todos lados, los chicos del club la tienen muy difícil, pero nunca bajé los brazos. Sé que no me tengo que quedar con esto, lo tengo claro. Soy sencillo, común. Trato de ser siempre igual por más que pasen partidos como este. Un laburante del fútbol porque me gusta, me apasiona y quiero poder vivir de esto" fueron las palabras que utilizó el arquero del Lobo describiéndose.

"Agradezco muchísimo la cantidad de mensajes y llamados. Me llena el cariño que sienten por mí. Mi abuela de 83 años me llamó por WhatsApp, algo increíble", dijo entre risas el joven arquero blanquinegro.

"Desde que me subieron al primer plantel me puse muy feliz. Gimnasia es un club muy lindo, sé que va a seguir creciendo y quiero crecer de la mano del club. Seguramente más adelante vendrán cachetadas, por eso no tengo que creérmela solo por esto", sostuvo Tomás.

Los penales

"Paolo (Olivera, entrenador de arqueros) había analizado al rival en los penales. Apenas terminaron los 90' me abrazó y me dijo que no decayera por el gol. Le dije que lo íbamos a ganar igual, a él y a Eze (Ezequiel Viola), quien estuvo ahí alentandome", contó Marchiori.

"Paolo me dio un papelito con una frase como hace siempre, que realmente no la recuerdo. Me dijo que confiara en mí a pesar de lo que él había estudiado del rival. Todo fue mucho de él y suerte".

"El primero, Giménez, sabíamos que había que esperarlo porque te espera y abre el pie, y fue así. Y el segundo, de Palacios, habíamos visto un penal suyo a Lanús, Paolo me dijo que me tirara a ese lado y acertamos".

Clubes relacionados...
Gimnasia y Esgrima (MZA)
Talleres (CBA)