Federal A - SPORTIVO BELGRANO

Reversionado

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Sportivo exhibió la misma propuesta del último torneo, pero con nuevos matices. El triunfo le da crédito para reforzar la apuesta.

Pasaron casi 4 años del primer gol que Nicolás Capellino había marcado en su primera etapa en Sportivo. Al igual que ayer, ingresó en el segundo tiempo y a los pocos minutos de estar en cancha marcó el 2 a 0 frente a Douglas Haig, en la B Nacional.

Durante ese lapso, Sportivo mutó mucho, demasiado. Las urgencias de la categoría, las contrapuestas designaciones de técnicos con estilos muy diferentes y la propia evolución del fútbol en sí, hacen que entre aquel Sportivo de Mazzola a este de Giaccone haya enormes diferencias.

Desde el último ciclo de Daniel Primo, que dirigió dos torneos consecutivos, que no se le daba continuidad a un estilo de juego como está sucediendo en la actualidad. Giaccone, con algunos matices nuevos, mantuvo la idea y ayer se vio un equipo que sabe a lo que juega, más allá del resultado.

El propio técnico comentó en la conferencia de prensa posterior al partido que la parte más difícil se la llevan los nuevos jugadores que deben adaptarse a una base ya conformada y asentada.

Pero fueron los nuevos quienes marcaron las primeras diferencias que saltaron a la vista para el hincha "verde" que no veía al equipo hace buen rato. El ejemplo de Gaspar Triverio es quizás el más representativo. Llegó para ocupar el lugar de Rodrigo Castro y la rompió.

Más potente y decidido, quizás con menos técnica, pero con un andar vertiginoso que estiró durante los 90 minutos, el de Colonia Aldao se convirtió en figura en su primer partido oficial.

Desde su auspiciosa aparición en el primer equipo de Sportivo, David Müller, se había cargado una pesada responsabilidad sobre sus hombros: era prácticamente la vía exclusiva que el equipo elegía para llegar al área rival. Ayer, con el juego volcado sobre la derecha por el magnetismo de un Triverio bien acompañado, Müller no tuvo tanta participación (con la pelota en los pies). Sí hizo el trabajo de aparecer desmarcado en el área rival y así llegó el golazo con el que abrió la cuenta.

Allí radica la principal clave que se le vio a este Sportivo "reversionado": jugadores que cambian de posición constantemente, que rotan en roles y que buscan la sorpresa sin pelota.

Otro refuerzo que aprobó con creces ayer fue Marcos Pérez. El rosarino mostró una versatilidad sorprendente: bajaba a ubicarse como un tercer central, tomaba la pelota e iniciaba los avances, se ponía el overol para la recuperación y buscaba asociarse a la ofensiva cuando podía.

Esta multiplicación de funciones siempre hacían que otro jugador pudiera soltarse de su posición y aparecer en otro sector del campo desorientando al rival. Así, por ejemplo, Sportivo pareció defender con 3 por momentos, o se lo pudo ver a Nahuel Rodríguez traspasando la mitad de cancha con la pelota en los pies.

Es cierto que al equipo le faltó contundencia y que eso le costó que se le complicara el partido. Pero la gran cantidad de ocasiones que tuvo de las que participaron desde Chaves hasta Bareiro, hablan de un equipo con un abanico amplio de opciones.

El gol de Capellino, que al igual que Müller apareció como un segundo 9 en el área rival para empujarla a la red, descomprimió un clima tenso y le dan más crédito a una propuesta que al hincha le resulta familiar, aunque con algunos "chiches" nuevos.