Gimnasia no tenía opciones; habían pasado cuatro fechas y no había podido ganar. Lo logró y más allá de las formas o los merecimientos, se necesita un triunfo para tranquilizar a todos y encausar un torneo que había comenzado torcido con dos partidos perdidos en los últimos minutos.
Había que ganar y se ganó, creemos que en forma totalmente justa ante un rival que siempre trató de jugar.
Ahora vendrá la hora de visitar a DePro, el equipo de Hernán Orcellet que está invicto y ha logradp resultados sorprendentes como los empates ante Central Córdoba en Santiago del Estero o el del domingo en Villa Ramallo, ante Defensores de Belgrano. A ambos los enfrentó siendo líderes y en su propio reducto y no le ganaron. Esto habla de la fortaleza que tiene ese equipo donde no sobran nombres rutilantes; perdió a Robles y Echagüe, pero que, consciente de sus limitaciones sabe a lo que juega. El partido entre ambos se confirmó para el sábado desde las 15:30.
Ante este equipo se las verá Gimnasia de Carlos Roldán con Lautaro Robles enfrentando, por primera vez, a una casaca que defendió durante muchas temporadas. El técnico del Lobo sabe que tiene solidez en el fondo con un arquero seguro, una línea de cuatro con mayoría de jugadores locales a excepción hecha de Jorge Scolari. El domingo hubo mejoría en la mitad de la cancha con muy buenos partidos de Fornillo, Vercellino y Emanuel Piñón más la ayuda de Lautaro Robles por el sector izquierdo.
Ahora deberá mejorar en ataque, donde no ha sido eficiente y apenas marcó 4 goles en 5 encuentros.
Para Roldán se viene aquello de lo que siempre hablaba el Flaco Menotti, de tener "pequeñas sociedades" dentro de un equipo. Y una de ellas es la de Luciano Leguizamón con Lautaro Robles. El 10 las pide todas y se hace eje de cada equipo más allá de que, ante Sportivo Las Parejas, no estuvo todo lo preciso que suele ser. Robles está "entrando" en el equipo pero ha demostrado ya su enorme capacidad frente al arco. En la medida que se pueda aceitar esta dupla crecerán las posibilidade.
