Argentino A - GIMNASIA Y TIRO

Lo pagó en las dos áreas

El albo resignó dos puntos en su primer examen tras igualar con Gimnasia y Esgrima (CdU), 1 a 1, con un polémico penal que lo condicionó. Hizo los deberes en el complemento y mereció algo más, pero no le alcanzó. Gimnasia y Tiro trastabilló, perdió el equilibrio y por poco no tropezó en el primero de los diez escalones que pueden conducirlo a la gloria del ascenso directo el próximo 19 de mayo. El albo tuvo argumentos, se calzó la “pilcha” de protagonista que tan bien lucía en el primer semestre, pero se equivocó en las dos áreas y terminó padeciendo la amargura de una cucharada de hiel tras resignar dos puntos en casa, al empatar en un tanto por bando con su homónimo de Concepción del Uruguay. Es que aquellos errores enmendados, menos expuestos, sutiles y disimulados que evidenció el equipo de Riggio a lo largo del campeonato, cuando las victorias y la holgura en la tabla numérica tapaban cualquier bache, ayer terminaron potenciándose más de la cuenta: el albo cometió un error que lo condicionó en todo el partido, lo cual derivó en el penal con el que Conrado Besel abrió el marcador a los 37’ de la primera parte. El golpe del conjunto entrerriano sacudió la estructura anímica del albo, que antes había hecho los méritos suficientes como para arrancar en ganador. Sin embargo, Gimnasia desperdiciaba, dilapidaba las incontables situaciones detenidas que se le presentaban, frente a un rival que se había propuesto a defender y que exhibió hasta entonces escasas armas en ataque, decidido a cerrarle los caminos al millonario y a vender cara su derrota. Tras la apertura del marcador del lobo, el albo lo arrinconó e inclinó la cancha, pero cada avance se desvanecía por la misma ansiedad y aceleración desmedida del local, que encontraba en el pesado campo de juego (llovió torrencialmente) a otro condicionante. La actitud, el empuje de los hinchas y una mayor claridad en el juego, producto del ingreso de un fresco Miguel Guglielmi le dieron mayor campo de acción a un Gimnasia que hizo circular la pelota como mejor sabe, aunque los nervios seguían dejando su impronta en cada avance. Hasta que en su enésima intentona a los dominios de la visita, una buena maniobra de Villarreal (ST 34’) tuvo su consecuencia en el área, y tras un remolino de piernas apareció Ianiero para tocarla, con la contribución de Giovenale, quien la empujó en contra de su propia valla. El empate dejó una bocanada de alivio que no evitó el sinsabor de dos puntos perdidos, producto de los errores puntuales en las áreas. La ilusión, por “las nubes” A Gimnasia y Tiro no le queda otra que vencer el próximo domingo a Racing de Olavarría para olvidar cuanto antes el trago amargo de los dos puntos que resignó en casa en el primer peldaño de esta ilusión. El plantel albo se embarcará en avión el sábado por la mañana rumbo a la Capital Federal, y desde allí emprenderá un periplo vía terrestre hasta la localidad bonaerense de Olavarría (360 kilómetros), tal como se anunció desde las órbitas oficiales en la semana previa, con el afán de facilitarles los traslados a los dos salteños que lucharán por el ascenso directo. Para este fundamental encuentro, el Tano Riggio deberá recuperar las anatomías de Franco Ascencio y Leandro Zárate. A este último se lo extrañó sobremanera ayer en el Gigante, dado el escaso peso ofensivo que aportaron Iván Agudiak, Juan Pablo Zárate y Franco Mendoza.

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