Primera Nacional - NUEVA CHICAGO 0 - SANTAMARINA 1

Cambio y fuera

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Chicago perdió por primera vez en el torneo en Mataderos en un momento inoportuno del campeonato. Telechea marcó el gol de Santamarina después de un error de Achucarro. El "Torito" mereció más, generó no menos de 8 situaciones de gol, pero Perazzo frenó al equipo con un raro cambio defensivo en el complemento, previo al gol visitante, y luego no supo contrarrestarlo. Así, volvió a quedar a cuatro de Sarmiento, líder del campeonato.

“…a veces estamos finos, y otras veces nada que ver…”; reza una de las frases de una canción de Andrés Calamaro, justamente llamada “Las Oportunidades”. Y esta tarde en Mataderos esa frase tuvo mucho que ver con el desarrollo y el resultado final. Quedó la sensación que lo bueno y lo malo del partido pasó por lo que hizo y no hizo Chicago en cancha. ¿Qué hizo? Generó situaciones de gol, muchas, quizás más que en cualquier otro partido del certamen; hizo figura al golero tandilense; se paró como protagonista. ¿Qué no hizo? No convirtió, erró mucho, dejó pasar su momento del partido, no achicó arriba y quedó largo, equivocó los caminos en el final cuando la ansiedad le ganó al juego. Pero también hizo cosas para mal, porque arriba marcamos lo que hizo bien, pero en la balanza final pesó más lo que hizo mal que lo que hizo bien. Entonces, ¿qué hizo mal? No presionó más a un equipo con jugadores de edad, más lentos que la juventud local; cerró mal con poca lectura de la jugada Achucarro en el gol de Santamarina; y queda en evidencia lo que generó Perazzo desde el banco. Muchas veces se habla de decisiones que ganan partidos, otras que no modifican el trámite, pero también hay decisiones que cambian el rumbo del cotejo para mal, con una lectura desacertada, y que si bien uno nunca sabrá qué hubiera pasado si el DT hacía tal o cual cambio, o no hacía el que se hizo, los trámites hablan, piden y hay que darle a ellos lo que necesitan.
Chicago no sufría en defensa, generaba situaciones claras, fallaba en el área, Rodríguez era figura, y si bien se llegaba con el peso de las individualidades y no tanto por juego, estaba claro que el equipo necesitaba de alguien que convierta lo que se generaba. Iban 17 minutos del complemento, momento donde el banco empieza a moverse. Con Sánchez Sotelo sentado allí (goleador del equipo), con Miceli y Juárez compartiendo la mitad y con Presedo como tercer volante poco participativo, no era ilógico pensar en la entrada del goleador por el ex Fénix, para tener otra alternativa dentro del área y sin perder orden, manteniendo a los dos medio centro en campo. Tampoco quizás era ilógico que nada cambiara, lo que sí suena a ilógico cuando sale Presedo es que entre en su lugar Almir Soto, y no por ir en desmedro del colombiano sino de las características del jugador que ingresó, más defensivas que Presedo, con más marca, con poco juego, nada de lo que el partido, el trámite le pedía a Chicago. Soto se paró de cinco clásico, Juárez se soltó unos metros más arriba, pero allí perdió panorama, claridad y se mezcló con muchas piernas rivales.
Queda expuesto el entrenador cuando a partir de allí, el equipo se enfrió, dejó de generar, perdió dominio, y más aún cuando siete minutos después, llega el gol de Telechea. Sí, es cierto, si Achucarro cierra bien, no pasaba, pero cerró mal, fue al piso innecesariamente, le corrió la pelota al nueve y sacó de ángulo de achique a Silva, y el enorme delantero que es Telechea no perdonó. Y tampoco pudo tras la desventaja el DT cambiar el rumbo, inmediatamente Mater por Miceli, y vuelta al inicio, pero con cambio de figuritas; al inicio Miceli, ahora Soto, al inicio Presedo, ahora Mater (más arriba pero de características similares), y Sotelo sin entrar. Y luego Gomito a la cancha, más por historia y símbolo que por actualidad, ya que el ídolo máximo del club no jugaba minutos oficiales desde hace más de tres meses, y jugando en el medio con un medio poblado el del visitante, con tantas piernas cercas, no pudo hacer prácticamente nada. Y Sotelo en el banco. Y eso sí, suena ilógico, perdiendo de local, el goleador del equipo, siempre titular a excepción de los últimos dos partidos, no jugó ni un minuto.
En medio de toda esta explicación, hubieron 90 minutos donde Santamarina jugó con un clásico 4-4-2, apostando a no correr riesgos y a llevarse claramente un punto, porque ni siquiera apostó a la contra como opción para ganar el partido. Silva en el primer tiempo fue un mero espectador del partido, donde con la claridad del “Pitu” y el desequilibrio de Melo, el local fue más, tuvo situaciones pero chocó con una tarde poco clara de Franco, con errores propios a la hora de definir y con una gran labor de Rodríguez en el arco visitante, entre otras tapadas, sacándole el gol a Achucarro con la uña del dedo. El Pitu de tiro libre estuvo muy cerca dos veces, Franco remató apenas afuera de derecha, al capitán Achucarro el control se le fue largo en un córner, y así continuaron las chances.
El segundo tiempo tuvo en su inicio la misma película. El de Tandil se paró apenas algunos metros más arriba, y llegó por primera vez con un cabezazo de pique al suelo que se fue arriba. Pereyra sacó a Michel para poner un media punta y empezó a enamorarse del punto. Chicago tuvo un gran remate de Martínez que sacó el arquero por arriba, otra vez Achucarro pifió un centro atrás y Franco remató afuera de zurda. Hasta que llegaron los cambios, el yerro defensivo, el gol de Telechea y todo al local se le hizo cuesta arriba. Pudo haberlo empatado en arrebatos individuales, en tirar la pelota al área y ver qué pasaba, Martínez (el más claro en ataque) reventó el travesaño, pero lo cierto es que Chicago le terminó tirando centros a Mater que no llega al metro setenta, y Sotelo esperó en el banco. Pudo haberlo rematado Santamarina en dos contras muy claras; en una Iván Pérez remató un penal en movimiento al lado del palo, y en otra, Telechea definió mal, y entre Fleita y Silva en la línea evitaron el segundo.
“…hay que caminar antes de empezar a correr…”. Así termina la frase de “Las Oportunidades” de Calamaro con la cual empezamos el comentario. Así deberá volver a creer en sus oportunidades el “Torito”, no deberá entrar en pánico ni en ansias, caminar primero, para correr después. Lo cierto que muchos hinchas se fueron con la sensación que con los cambios y los goles errados, perdieron una gran “oportunidad” y no está el torneo en un momento para dejar pasar “Las Oportunidades”. Cambio…y fuera.

SINTESIS

NUEVA CHICAGO (0): Agustín Silva; Adrián Scifo, Jonathan Fleita, David Achucarro(c), Diego Martínez; Federico Presedo (62, Almir Soto), Axel Juárez (77, Christian Gómez), Gonzalo Miceli (70, Facundo Mater); Alejandro Melo, Nicolás Franco y Arnaldo González. DT: Walter Perazzo.
Suplentes: Alan Minaglia, Julián Cosi, Esteban Orfano y Juan Ignacio Sánchez Sotelo.

SANTAMARINA (1): Nicolás Rodríguez; Matías Kabalin (71, Agustín Politano), Osvaldo Barsottini, Leonardo Morales, Francisco Oliver; Mariano González(c), Michael Pierce, Iván Pérez, Iván Bella (77, Federico Paulucci); Fernando Telechea y Martín Michel (56, Emiliano Bogado). DT: Guillermo Pereyra.
Suplentes: Tomás Casas, Nicolás Valerio, Guido Rances y Maximiliano Osurak.

GOLES: (69) Fernando Telechea (S).

AMONESTADOS: González (NCH); Pierce, Bogado, Kabalin (S).

EXPULSADOS: No hubo.

INCIDENCIAS: No hubo.

LA FIGURA: Nicolás Rodríguez (S).

ARBITRO: Yamil Possi (mal).

ASISTENTES: Adrián Delbarba y José María Castelli.

CUARTO ARBITRO: Héctor Paletta.

ESTADIO: Nueva Chicago.

CAMPO DE JUEGO: Muy Bueno.

PUBLICO: 11.000 personas aprox.