El Aurirrojo sumó su segunda derrota consecutiva, esta vez como local ante Sarmiento de Resistencia, en el cotejo que cerró la 3ª fecha del octogonal. El equipo de Mayor quedó último en la tabla de la zona B, junto a Chaco For Ever.
Se olvidó a qué jugaba. Boca Unidos tuvo otra noche de incertidumbre en el octogonal, esta vez al caer como local ante Sarmiento de Resistencia por 2-1 en el marco de la 3ª fecha para el grupo B.
Luis Silba y Marcos Fernández, a los 6 y 17 minutos de la parte inicial marcaron para el Decano; mientras que en el complemento, a los 39 minutos, Lautaro Larrasabal marcó el descuento para el conjunto correntino.
El partido comenzó esquivo para el Aurirrojo, como lo fue hasta aquí el octogonal del Federal A. El elenco de Carlos Mayor, ayer ausente en el banco por suspensión, no hizo pie en los primeros minutos, y eso bastó para que Sarmiento se pusiera en ventaja rápidamente.
El mediocampo "remendado" del conjunto correntino, entre bajas y variantes tácticas, mostraba flaquezas tanto en la recuperación como en la contención, y esa era demasiada ventaja para un elenco chaqueño que lastima de mitad de cancha hacia delante.
Y así fue, porque a los 6 minutos de partido, Sarmiento se ponía en ventaja tras una "trepada" por la banda derecha de Alarcón, que llegó a la puerta del área correntina dejando dos defensores locales en el camino y asistiendo en profundidad al Tanque Silba, que definió con un sutil toque al primer palo ante la salida de Crivelli.
La ventaja era justa en el amanecer de juego, porque uno daba ventajas y el otro las aprovechaba. El sacudón no fue suficiente para Boca Unidos, que, con el correr de los minutos, no daba señales de reacción e incluso potenciaba esas falencias.
Sarmiento, por su parte, era prolijo y con eso le bastaba. A los 17 minutos, llegaría el segundo gol de la visita, con una definición exquisita de Fernández al cobrar una falta en la puerta del área correntina.
El 2-0 era el resumen de lo que se veía en la cancha, un equipo desconcertado que por momentos ni siquiera sabía a qué jugaba, y otro que sin mayor esfuerzo solo aprovechaba las ventajas que daba su rival. Alguna aproximación por las bandas y un errático Julio César Cáceres fueron los pocos argumentos en ofensiva que mostró el Aurirrojo en la parte inicial.
La única buena para el local tuvo que ver con la expulsión de Brian Berlo, en Sarmiento, a los 46 minutos de la parte inicial.
Para el complemento, antes de los 15 minutos Boca Unidos ya tenía en cancha las tres variantes buscando en el banco las repuestas que el once inicial no tuvo.
Pero tanto cambio no influyó demasiado en el juego, Sarmiento se agazapó y le cedió el protagonismo al local, que poco supo hacer con pelota y terreno.
Pasados los 20, el Aurirrojo era un cúmulo de voluntades sin alguna muestra de juego. Así los arrestos individuales de Nicolás Ledesma, Leonel Niz o, con cuentagotas, de Martín Fabro, era todo lo que proponía el local ante un rival ordenado y casi sin fisuras en el fondo.
Y fue con ese libreto que Boca Unidos pudo descontar. A los 39 minutos, Lautaro Larrasabal tomó un rebote en la puerta del área y sacó un remate cruzado para establecer el 1-2 y la ilusión de la igualdad.
Pero todo fue una ilusión, porque el reloj siguió su curso y sin ideas para descontar, Boca Unidos cerró con otra derrota.
El octogonal, al que llegó como candidato, hoy es materia pendiente para el Aurirrojo, que se queda sin argumentos en la cancha y sin margen en el torneo.
