Luego de la goleada ante Colegiales, el sábado en Villa Crespo, la espera fue larga y tediosa. El mundo Atlanta esperando el partido de Acassuso y Almirante Brown que hace instantes finalizó con victoria de la Fragata.
El objetivo primordial ya no es un sueño. Se hizo realidad. En Villa Crespo están de fiesta. El ascenso al Nacional B tan ansiado durante años de frustraciones, hoy es tangible, se grita, se festeja.
Las declaraciones post partido de suma cautela de Orfila, Rago, Colombini y Martínez sobre la espera del partido de hoy ya son historia.
Ocho años de sufrimientos para volver al Nacional. De aquel equipo de Llinás con el récord histórico en el arco bohemio a este de Rago quebrando ese récord, no solo a Llinás sino también a Vega.
De aquella solidez defensiva del Cali Izquierdoz y Segovia a este de Alan Pérez y Tecilla.
De aquellos 33 goles de los hermanos Soriano a estos 33 de la dupla Martínez-Colombini. De aquel joven Nicolás Cherro a este más maduro y sumando para el grupo dentro o fuera de la cancha. De aquel Javier Alonso técnico que comenzó como interino y terminó dando la vuelta a este "Chano" Orfila que llegó para reemplazar a un histórico como Pepe Castro y enderezar el rumbo para el ascenso directo.
Varias coincidencias pero los gritos, las canciones y la fiesta es de la misma gente. La que se junta en la Sede, la que deambula por la calle Humboldt o la que corta J.B.Justo y Corrientes.
Todos se unen en un solo grito de amor y pasión.
¡"Veo, veo, que ves, una cosa, que es. Que Atlanta ya se va de la B para nunca más volver"!
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