El ex Olimpo Diego Galván, actual referente y capitán de Sol de Mayo de Viedma, dijo estar cansado de la corrupción y los negocios sucios de ciertos árbitros en un torneo donde participan tres equipos de la Liga del Sur: el aurinegro, Villa Mitre y Sansinena.
Sol de Mayo de Viedma terminó su participación en el torneo Federal A hace casi 10 días, aunque su jugador emblema, su capitán, el ex Olimpo Diego Alberto Galván, sigue irritado y sumamente molesto con ciertos arbitrajes que, según su parecer, fueron claros ejemplos de corrupción, "arreglos" y deshonestidad.
"Los últimos encuentros, los de cruces de playoffs, fueron muy tensos, pero por lo que sucedía fuera de la cancha, con pactos sucios de los que todos sabían. Quedó demostrado que en esta competencia gana el de billetera más gorda. Y eso me cansó. Nunca me había pasado de ir a jugar un partido y que te digan que el resultado ya estaba definido porque lo habían arreglado el árbitro con algún dirigente en una reunión o en una charla teléfonica", sentenció el "Cabezón" Galván, de gran paso por filas aurinegras en las temporadas 2003-2004, 2004-2005 y 2010-2011.
—Antes de continuar con el tema arbitral, en Bahía existen rumores sobre un posible regreso tuyo a Olimpo. ¿Es verdad?
—No me llamó nadie ni recibí ningún tipo de propuesta. Si suena mi nombre es por la gente, porque dejé un buen recuerdo entre los hinchas, quienes me lo hacen saber por las distintas redes sociales. Olimpo descendió a una categoría que yo juego hace algunos años, y por eso lo deben haber relacionado. Hace 8 años que me fui de Bahía, pero sigo en contacto y relacionándome con muchos seguidores aurinegros.
"Te digo la verdad, todavía no sé que va a ser de mi futuro. Me tomé unos días para descansar, los necesitaba. En julio me pondré a entrenar porque con Sol, en agosto, tenemos que afrontar la Copa Argentina".
—¿Puedo saber que pasará si te llegan a llamar de Olimpo?
—Evaluaría la propuesta, el proyecto, y por supuesto si la idea es formar un equipo competitivo como para volver a la B Nacional. En Viedma estoy hace casi cuatro años y más que bien, por eso si me llega una propuesta me tiene que seducir bastante.
"Tengo 37 años, así que más allá de pensar en ir a algún lado, también existe la posibilidad de decir basta y dedicarme a vivir de proyectos personales que no tienen nada que ver con el fútbol. No pienso en el retiro, pero los arbitrajes, los `robos' y las cosas raras que sucedieron en el Federal A me terminaron hartando".
14 de mayo de 2005. Con dos goles de Galván, uno de penal y otro de cabeza, Olimpo vencía 2-0 a River en el Monumental.
—¿Tanto lo perjudicaron a Sol de Mayo en el torneo, o te referís sólo a lo que sucedió en el último cruce (ida y vuelta) frente a Alvarado?
—En varios partidos los árbitros nos "liquidaron". Si vas de visitante contra un equipo que tiene plata, chau... Te cobran un penal en contra, te inventan algo o empiezan a sancionar "foulcitos" con toda la intención de meterte contra tu arco.
"Contra Alvarado, en cancha nuestra, no nos dieron un penal que vio todo el mundo menos el árbitro Mastrángelo (Sebastián). En Mar del Plata, lo de Adrián Franklin fue lamentable; no disimuló en lo más mínimo. Chocábamos y era falta para ellos. Me dieron codazos por todos lados, pero siga, siga... El gol de Alvarado fue legítimo, de cabeza, pero no había sido córner en la jugada previa".
"Es más, ¿fue casualidad que el partido de cuartos de final en Mar del Plata, contra nosotros, la dirigencia de Alvarado no permita el ingreso de las cámaras para filmar el partido?. Antes, de local, a Alvarado lo habían televisado siempre, y nunca habían existido inconvenientes".
—Los sospechados, ¿son siempre los mismos árbitros?
—Casi siempre. Si no tenés dinero estás al horno. Olimpo, que va a jugar este torneo, tiene que ir sabiendo que ciertos árbitros dirigen, justamente, para beneficiar al mejor postor.
"Llega un momento que te das cuenta de que no jugás por nada, porque si no te dejan pelear por el ascenso, porque hay que favorecer a otros, ¿para qué participás? Terminás perdiendo tiempo, ganas y dinero".
—Dicho sea de paso, Olimpo fue perjudicado por los arbitrajes en varios cotejos de la B Nacional. En esa categoría, ¿sucede algo similar?
—No sé, pero es raro que se hable tanto de que un equipo va a ascender y, favorecido por los árbitros, lo termina logrando. En la fase clasificatoria el "ayudín" no es notorio, es todo más normal, pero en la etapa final parece que hay que devolver favores sí o sí. Fijáte quienes ascendieron en la B Metropolitana; nada es casualidad.
—¿No tuviste problemas por decir lo que pensabas, por el hecho de salir a denunciar públicamente que en el Federal A gana el que más plata pone?
—Hasta ahora no. Pero alguien se tiene que animar a aclarar lo que pasa. A esta altura de mi carrera, ¿de qué me voy a asustar?, ¿quién me puede decir algo? En su momento hablé en caliente, pero ahora que pasaron los días lo sigo sosteniendo porque sé que es así.
"Los dirigentes de Sol de Mayo me dieron la razón, porque en este club no piensan en arreglar partidos; están lejos de eso. Y muchos colegas me llamaron para bancarme, que coinciden, pero sé que no se animan a hablar sobre este tema".
—¿Tan alevoso es todo?
—Yyy... Fijáte quien es el que maneja las designaciones arbitrales: Gustavo Bassi. No necesito describirte lo que fue como referí, ¿no?. Las veces que iba a Bahía, cuando yo jugaba en Olimpo, nunca perdíamos. Nos poníamos contentos cuando Ledo (Jorge) nos decía: "viene Bassi".
Una foto muy querida por Diego, con el DT Gregorio Pérez, quien lo hizo jugar de carrilero para que su carrera futbolística explote definitivamente.
—Dentro de la cancha, ¿te diste cuenta de que algún árbitro estaba "comprado"?
—Los árbitros te cancherean, te hacen enojar a propósito. Te amonestan por nada, no permiten que le hables, te tratan con indiferencia... Nunca pensé que esto podía pasar, que ciertos árbitros tengan la cara como piedra para ir a dirigir a un equipo que sospecha que hubo algún arreglo y lo terminan perjudicando igual. En el Federal B es más alevoso, es mucho peor. Aunque se ve que a nadie le importa nada, porque si el árbitro hace lo que hace es porque tiene el aval de sus superiores.
"Igualmente algunos, dentro de la cancha, son vivos, manejan bien los partidos y de a poquito te van metiendo contra tu arco. Pero jugás contra once rivales y contra el del silbato. Es complicado, sobre todo si tenés que ir a visitar a un equipo poderoso".
Dos procesos
Los de Diego Galván en Olimpo, siempre en Primera división: 2003-2005 y 2010-2011. En esas tres temporadas, el aurinegro consiguió la permanencia. En el primer ciclo disputó 53 encuentros y marcó 14 goles. En el segundo sostuvo 25 partidos y señaló 5 tantos.
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