Hace poco más de una semana, se cumplieron 34 años de "La Mano de Dios" de Maradona. Pero el fútbol local tiene su versión. El 30 de junio de 2012, Chicago ascendía, mandaba al descenso a Chacarita, y todo gracias al penal atajado por Daniel Monllor. Aquí, el recuerdo.
El 30 de junio es una fecha que quedará marcada a fuego para el hincha verdinegro. Porque si algún sueño tiene un hincha es ascender, pero hacerlo a costas del descenso de un clásico rival sería mejor. Pero si además se da como se dio la revancha en San Martín ese 30 de junio del 2012, amigo, usted tendrá una alegría inigualable. Eso sí, con un sufrimiento previo tan grande, que si está festejando, es porque tiene un corazón de hierro.
En la definición más apasionante de toda la historia, Nueva Chicago logró la hazaña y mandó al descenso a Chacarita en un clásico apasionante e inolvidable que tuvo la Promoción entre la B Nacional y la B Metropolitana de la temporada 2011/12. Sin dudas, este cruce fue el mejor de todos los que han existido en el mano a mano por la permanencia, aún por encima de las Promociones que jugaron River Plate, San Lorenzo y Racing Club.
Todo esto se debe a que la suerte de uno y otro quedó en un penal, el cual podía marcar el ascenso o la frustración de Nueva Chicago, como así también el descenso o la salvación de Chacarita. Previamente a ello, el primer tiempo fue muy parejo y no hubo nada destacado, mientras que en el complemento, a poco del cierre Leonardo Carboni puso el 1 a 0 para el "Torito" a los 39 minutos y con el 1 a 0 de la ida en Mataderos, ese 2-0 global les aseguraba el ascenso (ya estaba en el bolsillo) que ya lo estaban consiguiendo con el empate parcial. Sin embargo, y aún con un jugador menos por la roja a Zaldivia minutos después del 1-0, Gabriel Tellas anotó a los 45 minutos el 1-1 (en la primera llegada clara del Funebrero en todo el partido diría) y abrió las puertas para la heroica en el tiempo de adición.
Dio 5 minutos Vigliano, el local fue con alma y vida para buscar el tanto que lo dejara en la categoría, ya que ante igualdad en el marcador global la ventaja deportiva lo mantenía en la B Nacional por ser de la categoría superior. Sin embargo el que erraba goles con todo el campo a favor era Chicago, Carboni sólo frente a un arco vacío la tiraba afuera. Y ya en tiempo cumplido, ya en la última bola de la fría tarde de San Martín, llegó un centro desde la izquierda tuvo un rechazo de la defensa de Chicago y en el rebote quedó para un jugador de Chacarita, que le dio de volea y tuvo la suerte que Leandro Testa, el capitán, uno de los tres gladiadores del equipo, cometió una mano increíble que dejó helado a todo el estadio. Es que ni los de Chaca entendían lo que pasaba, entre llantos y ahogos, lágrimas y gritos, estaban a 12 pasos de lograr lo impensado durante toda la serie. Menos los de Chicago, superiores durante 180 minutos, ganaban 2-0 en el global, y en cinco minutos se desmoronaba todo. Sus jugadores en el piso así lo marcaban.
Era la última jugada y el encargado del penal fue Damián Toledo. Vigliano anunció, "es la última, no vale el rebote". El mediocampista central del local sacó un derechazo potente, pero Daniel Monllor tapó con una mano (la cambiada) de manera estupenda y luego controló el balón en la línea. Fue tan increíble la situación, que Salvador Pasini, el técnico de Chaca, creyó que había entrado y festejó el gol, hasta que se dio cuenta que el arquero rival había atajado la pelota que devolvió a Chicago a la segunda categoría después de cuatro años y mandó a Chacarita a la B Metropolitana luego de haber estado dos años en la B Nacional, tras haber jugado en Primera División.
Era el cierre de una gran temporada del verdinegro, rara pero excelente. Hacía un año había perdido la final del reducido con Defensores, y para esta temporada tuvo la vuelta de "Gomito" Gómez, el ídolo de antes que llegaba para cumplir su promesa "devolver a Chicago donde merece". No sólo cumplió, sino que el ídolo de antes se convirtió con los años en el ídolo de siempre, en el mito más grande de Mataderos. Pero claro, Finarolli que había empezado la temporada se fue por malos resultados y quedó a cargo Mario Franceschini como interino. Y a fuerza de buen juego y buenos resultados, el héroe del 81 quedó ratificado en el cargo. Chicago tuvo elecciones en el medio, tuvo episodios lamentables de violencia interna en el verano, tuvo un presidente por 30 días que fue separado del cargo, tuvo una comisión que se tuvo que hacer cargo de lo que parecía el fin. Comenzó el 2012 jugando varios partidos fuera de casa. Pero así y todo, ese grupo se aferró a sí mismo, se hizo fuerte gracias a los líderes y gracias al juego. Y logró el objetivo. En la casa de uno de sus clásicos, con su gente y con un penal sobre la hora, atajado por el arquero que ahora es mural en las calles del barrio.
SINTESIS
Chacarita (1): Nicolás Tauber; Maximiliano Paredes, Matías Zaldivia, Sebastián Pena, Emanuel Morales; Mauro Pajón, Franco Dolci (74, Mauro Bellone), Damián Toledo, Emanuel Centurión; Sebastián Ereros (71, Gabriel Tellas) y Juan Manuel Cobelli. DT: Salvador Pasini.
Nueva Chicago (1): Daniel Monllor; Leandro Testa, Samuel Cáceres, Matías Escudero (ET, Ariel Coronel), Lucas Banegas; Adrián Scifo (87, Emiliano Lago), Julio Serrano, Damián Lemos, José Ramírez (72, Damián Castagno); Christian Gómez y Leonardo Carboni. DT: Marcelo Franceschini.
Goles: (84) Leonardo Carboni (NCH), (90) Gabriel Tellas (C)
Amonestados: Pena, Dolci, Toledo, Pajón, Cobelli (C); Escudero, Ramírez, Testa, Gómez (NCH).
Expulsados: (86) Matías Zaldivia (C), doble amarilla.
Árbitro: Mauro Vigliano
Estadio: Juan Domingo Perón
La figura: Daniel Monllor (NCH).
