Primera Nacional - SAN MARTÍN DE SAN JUAN

"Me tiró a la cama y tuve miedo por mi sobrinito de 2 meses"

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"Sentí dolor de cuerpo, de ojos, de cabeza y perdí el olfato", cuenta Francisco Álvarez, el defensor de San Martín que este jueves volvió a entrenar con el plantel de la Primera Nacional. Toda su familia tuvo síntomas.

Francisco Álvarez (20 años) tuvo su martes 13. Ese día de octubre supo que algo no estaba bien en su cuerpo. "En los primeros días tuve síntomas fuertes, que me tiraron a la cama", le cuenta a Telesol Diario. El defensor de San Martín se contagió de coronavirus y recién este jueves en la mañana volvió a entrenar con sus compañeros.

"Tuve miedo por mi sobrinito, que tiene dos meses", dice. El futbolista se aisló en su habitación y su familia tampoco pudo salir de la casa. "Sentí dolor de cuerpo, de huesos, fatiga, dolor de ojos, de cabeza y perdí el olfato. También tuve 38,5 de fiebre", recuerda.


Álvarez vive en Rawson junto a su mamá, un hermano, su cuñada y el bebé. Cuando dio positivo al hisopado, Salud Pública tomó como infectado a todo el grupo familiar.

Todos tuvieron síntomas. "Mi hermano estuvo similar a mí. Mi mamá tuvo fiebre, decaimiento, dolor de cabeza y perdió el olfato y el gusto. Mi cuñada, dolor de cabeza y picazón en la garganta. Y el bebé tuvo fiebre un día nomás, por suerte", cuenta el marcador central campeón en el Torneo de L’Alcudia con la Selección Argentina Sub 20 y que fue sparring de la mayor en el Mundial de Rusia 2014.


"El club actuó rápido. El lunes (12 de octubre) entrené, hicimos un reducido con los chicos", cuenta el "Chumi". Al día siguiente él tuvo los primeros síntomas y después dio positivo a la PCR. En San Martín decidieron "hisopar a todos y se fueron a esperar los resultados a un hotel". Tras el caso de Álvarez, en la burbuja verdinegra detectaron 4 positivos más.

Francisco asegura que no sabe quién se contagió primero en la familia ni el origen de ese primer contagio. Durante esos extraños días de aislamiento una tía la se encargó de proveerles mercadería.

El lunes 26 le dieron el alta, pero el club decidió que primero debía realizarse estudios del corazón, para descartar que el virus le haya dejado secuelas. Todo salió bien y este jueves volvió a patear una pelota.


En el San Martín de la pandemia, el joven surgido de la cantera cuenta que hay "un vestuario distinto, porque hay muchas caras nuevas". "Estoy contento porque subieron (al primer equipo) a varios chicos que conozco", expresa.

El sábado 21 de noviembre, después de 8 meses sin partidos oficiales, regresa la Primera Nacional. "Se extraña la rutina de siempre, los viajes", dice la promesa verdinegra, que sabe que, probablemente, cada vez que juegue de visitante y vuelva a San Juan estará aislado con sus compañeros durante "tres días en un hotel".