Otro empate con sabor amargo. Otra igualdad con sensación de derrota. Otra vez tres puntos que se escaparon. Otra vez mucho huevo, otra vez sin triunfo. Como pasó en toda esta temporada, Rivadavia dejó todo en el campo, fue al frente e hizo méritos para ganar, pero no supo cerrarlo y nuevamente se quedó con un sabor feo en la boca. Fue 1 a 1 ante un Juventud de San Luis que encontró el gol a cinco del final. Y que luego no lo ganó de casualidad. El encuentro fue muy parejo, de trámite discreto y con pocas opciones claras. El Albirrojo plantó una doble línea de cuatro, aunque soltó por la izquierda a Tolosa tratando de acompañar a los tanques Tabone y Blanco. Sin embargo careció de tenencia, ganó poco las segundas pelotas y, con el correr de los minutos, se fue retrasando en su campo. Entonces, Juventud se adueñó del balón, aunque sin lastimar. Un par de centros y no mucho más. El cotejo parecía pinchado, no salía de la zona media y a los dos les costaba demasiado poder romper los medios ajenos. Hasta que Cepero ganó esa bendita segunda pelota, habilitó a Blanco y Martín definió con tremenda puntería. Contundencia e ilusión. La visita sintió el golpe y deambuló por la cancha. No supo cómo sobrepasar las piernas rojas y blancas. Entonces, Castaño cada vez se hizo más grande y, así, Crusat casi no tuvo acción. En el complemento, Juventud se adelantó y casi defendió con tres, pero siguió sin crear peligro. Salvo un remate de Fernández, lo demás fue muy poco. Así, el local tuvo un par de chances de contra para definirlo, sobre todo con esa de Blanco que tapó Tombolini. El reloj pasaba y Rivadavia tenía todo controlado. Hasta que llegó el fatídico minuto 39. Centro de 70 metros, muchas dudas para sacarla, Crusat no pudo tomarla y Aguirre, solito por el segundo palo, empujó al gol. Empate y casi derrota, porque en los últimos dos minutos Juventud tuvo dos muy claras. Por eso fue empate. El Albirrojo lo tenía, pero lo dejó escapar. Metió, corrió y dejó todo, pero nuevamente no supo cerrarlo y, como en los anteriores partidos, regaló puntos. En todos los encuentros, a Rivadavia le marcaron en los últimos 10 minutos. Habrá que corregir eso.
