En el debut de Gustavo Pinto, Almirante le ganó 1 a 0 a Patronato en Paraná, con gol de Nazareno Bazán, por el encuentro postergado de la fecha 10. El conjunto aurinegro mostró una imagen muy mejorada con respecto a la que había exhibido en la fecha pasada ante San Telmo y terminó imponiéndose con mucha personalidad.
Estos últimos días tumultuosos que vivió Almirante Brown desembocaron este miércoles en una jornada inesperadamente placentera. Porque el Mirasol le ganó 1 a 0 a Patronato, en Paraná, por el partido postergado de la fecha 10, y mostró una ambición y una personalidad que no se venían viendo en la última parte del ciclo comandado hasta el sábado pasado por Alejandro Orfila.
El debut de Gustavo Pinto como técnico del primer equipo terminó siendo una grata sorpresa. No solo por la victoria, algo que por supuesto termina siendo lo más relevante, sino porque el conjunto aurinegro mejoró notoriamente en el juego y, fundamentalmente, en el aspecto anímico, el déficit más preocupante que había dejado el Mirasol en la pobre actuación que protagonizó en el 1-3 ante San Telmo.
El duelo ante el conjunto entrerriano fue entretenido, pese al penoso estado del campo, cambiante y con varias opciones de gol para ambos equipos. El local tuvo chances claras para ponerse en ventaja, como un penal que Facundo Cobos estrelló contra el palo a los 20 minutos del primer tiempo o una definición fallida de Alexander Sosa, quien luego de gambetear a Ramiro Martínez se abrió demasiado y no pudo definir con el arco desguarnecido. Pero Almirante nunca cedió el protagonismo y también generó opciones claras, como las dos que tuvo Germán Rivero en el primer tiempo (un mano a mano bien resuelto por el arquero Julio Salvá y un cabezazo que se fue apenas desviado) y el zurdazo que Mariano Santiago, ingresando libre casi en el área chica, elevó por sobre el travesaño.
En ese frenético ida y vuelta, el conjunto aurinegro se mostraba más claro que el Patrón. Y eso quedó corroborado en el marcador a los 34 minutos del segundo tiempo, cuando Nazareno Bazán abrió su pie derecho para impactar un muy buen centro de José Luis Escurra y marcar el tanto que, a la postre, sería el único del partido.
Con los tres puntos que Almirante se llevó a Casanova, entonces, se le puso fin a una situación problemática que derivó en la salida del Chano Orfila. Se acomodó en la tabla en el lote de los escoltas del líder Agropecuario y, además, se generó un panorama de tranquilidad que hace unos días parecía impensada. Con el Chavo Pinto como un interino que se ganó la chance de ser considerado para seguir un tiempo más (en principio solo iba a dirigir contra Patronato y Almagro, el lunes próximo) y con el ánimo renovado por ver a un equipo con el protagonismo que se le requería.
