Quilmes volvió este miércoles por la mañana a los entrenamientos, y comenzó una semana corta de trabajo de cara al partido del próximo sábado como local ante Arsenal de Sarandí (desde las 21.30, dirige Sebastián Martínez).
El plantel trabajó dividido en dos grupos en el anexo. Por un lado, los diez jugadores de campo que fueron titulares en Tucumán (Damián Adín, Federico Tévez, Matías Ferreira, Leandro Allende, Iván Ramírez, Joaquín Postigo, Alexis Steimbach, Fabián Bordagaray, Ramiro Luna y Tomás González) hicieron tareas físicas livianas, con un trote regenerativo, y toques de pelota, para terminar con elongación sobre colchonetas. Esteban Glellel hacía al mismo tiempo trabajos de arqueros junto a Lautaro Herrera.
El otro grupo, el de los suplentes, hizo una práctica de fútbol ante un equipo de juveniles, reforzado con Nahuel Yzaurralde, Mirko Juárez, Lucas Alfonso, Maximiliano Alanís y Bruno Gauna. El equipo alternativo que paró el DT Darío Franco tuvo, recuperado de su desgarro en el isquiotibial izquierdo, a Martín Giménez, que hizo toda la práctica a la par del grupo. Y también, en gran parte del trabajo, contó con Marcos Enrique, recuperado del esguince que padecía en el tobillo izquierdo. Los dos podrán estar ante Arsenal.
El equipo de los suplentes formó con Maximiliano Gagliardo; Federico Pérez, Santiago Moya, Lucas Abascia y Ayrton Sánchez; Ramiro Martínez y Thomas Rojas (luego Marcos Enrique); Juan Ignacio Capano, Santiago Puzzo y Axel Batista; y Martín Giménez.
El único jugador que trabajó de manera diferenciada, con tareas físicas en el anexo, fue Lautaro Parisi (fractura de un dedo de la mano derecha).
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