Tras arañar los dos ascensos en el primer semestre, Maipú terminó esta temporada en zona de clasificación. Figuras: Víctor Benítez y Luis Bonacci. Sin dudas que el brindis de fin de año de cada jugador, directivo, técnico y simpatizante Cruzado será más que positivo ya que, en la actualidad, Maipú terminó el año en zona de clasificación: tercer escalón de la zona Sur. Vale recordar que en el primer semestre de 2013, el “Súper Dépor” arañó los dos ascensos a la primera B Nacional y puso de rodillas a un grande del interior como Talleres de Córdoba. Sin embargo, arrancó la temporada 2013-14 y la comisión directiva del Cruzado pateó el tablero y conformó un equipo prácticamente nuevo. De aquel grupo que casi hace historia de recuperar el lugar del club en la B Nacional, sólo sobrevivieron Lucas Gamba y Fernando Morán, más los juveniles del club. Llegaron nombres de jerarquía tales como Duarte, Pomba, Carbajal, Coria, Padilla, Acosta, Anívole y Malbernat, entre otros. Hasta las fecha 6 el Cruzado se mantuvo invicto y era uno de los punteros de su zona. Sin embargo, sufrió una goleada inesperada ante Cipolletti (cayó 5-0) e ingresó en un senda de juegos irregulares, en los cuales sumó hasta la 17ma. fecha: 4 derrotas (todas de visitante), 4 empates y 3 triunfos. Sin convertirse en el equipo imbatible de la temporada pasada, el “Súper Dépor” se hizo respetar fiel a su costumbre: invencible en su casa (jugó 8 partidos, ganó 5, empató 3) sumando en total 18 puntos de sus 27 en total. Afuera de casa está la gran deuda a solucionar a corto plazo, ya que sólo ganó dos partidos de los nueve disputados (acumuló el 33,33% de los puntos). Sólo restan 5 fechas para que termine la fase I y Maipú deberá jugar 3 en su casa: Cipolletti, Rivadavia y Alvarado; excepto el equipo de Lincoln, los otros son rivales directos por los pasaportes a la llave campeonato. De visitante, tendrá dos desafíos que lo pondrán a prueba: Juventud (SL) y Santamarina, escolta y puntero de la zona. En cuanto a los rendimientos individuales, el pico más alto fue para Víctor Benítez, jugador polifuncional que se convirtió en el hombre más regular. También se destacó el arquero Luis Bonacci, quien fue clave todos los partidos. El gran sueño es el ascenso pero hay objetivos previos que cumplir. Por ahora, el Cruzado tiene todos los deberes al día.
