Argentino A - SPORTIVO DESAMPARADOS

Silvio Prieto se reencontró con su gran amor

En su cuarto ciclo en Sportivo, anotó el gol del triunfo en el tercer minuto de descuento con un exq

Debieron pasar 4 años y 5 meses para que Silvio Prieto volviera a gritar un gol con la camiseta de Sportivo. Y llegó en el momento que más lo necesitaba el equipo. Casi como si su zurda fuese un bombero para apagar el fuego que hubiese significado otro juego sin triunfo. Pero el “Mago” y su pegada aparecieron cuando iban 48’ y el empate parecía sentenciado.

“Me tenía mucha fe y por eso la pedí (a la pelota), más allá que somos varios los encargados. Incluso Alexis (Zalazar) también me lo pidió pero luego me dejó patear a mí y entró”, fue lo primero que contó Prieto, quien había anotado su último grito para el puyutano en el 2008 cuando superaron a Santamarina de Tandil por 1-0.

El gol fue el desahogo de todo un equipo que no jugó del todo bien, pero nunca se resignó a buscar los tres puntos y por ello el festejo fue con una montaña humana sobre Silvio, quien se colocó la pelota bajo la camiseta y tuvo su dedicatoria especial. “Es para mi hijo que viene en camino. Le prometí a mi señora que lo iba a festejar así”, revivió entre tanta felicidad a la salida de los vestuarios.

Prieto, un hombre de la casa que siempre fue y retornó a Puyuta, atraviesa su cuarto ciclo con la camiseta víbora en su tercer retorno. Su primer alejamiento fue para irse a Huracán de Tres Arroyos y jugar en Primera, volvió y su siguiente destino fue a San Martín de Mendoza, pero siempre los colores verdes y blancos le tiraron y una vez más su magia regó el Serpentario. Pero las ofertas llegaron y otra vez emigró a Mendoza para jugar en Gimnasia. Pero fiel a sus antecedentes regresó para darle alegría, tan grande como la de ayer.

“Estoy muy contento por volver al gol y ganar que era el objetivo”, continuó relatando. “Lo estábamos buscando hace mucho y se nos dio, en un partido difícil, en el que no ligamos nada“.

Prieto no había empezado bien su cuarto ciclo en el club, se desgarró y recién pudo jugar la fecha pasada ante Gimnasia de Entre Ríos ingresando en el complemento. Misma situación que ayer ente Cipolletti, uno de sus exequipos al que no perdonó.