Primera D - SAN MARTÍN 1 - MUÑIZ 0

No fue justo

Muñiz mereció mejor suerte en Burzaco. Luego de un primer tiempo de bajo nivel, donde se fue abajo 1

Hoy en los papeles era otro de los partidos que podían llegar a ser “perdibles”, por ser un rival peligroso, que venía de meter seis victorias consecutivas y golear a varios rivales. Pero la sensación de dolor que dejó el encuentro, mostró a las claras que no era un resultado justo: el “cuco” no fue tal, si bien en el primer tiempo San Martín dominó un poco las acciones, en el segundo tiempo estuvo acorralado hasta el final y apenas atacaba de contragolpe, que no pudo aprovechar. Muñiz demostró no ser menos que este equipo, y hasta el DT local aducía en vestuarios que lo justo hubiera sido el empate. Porque el Rayo tuvo varias chances y muy claras para, al menos, llevarse un punto de Burzaco. Pero la pelota no quiso entrar. Y Muñiz perdió el quinto puesto a manos de Alem, que le ganó a Paraguayo 3-2 (le cobraron un penal y le expulsaron un jugador al rival) y ahora ya no se depende de sí mismo. Deberá ir a Tapiales, estadio de Lugano, donde hará de local a jugarse el todo por el todo y esperar resultados.

Fue una pena. Porque el gol de San Martín, bastante tempranero, vino de un pelotazo del arquero, la pelota picó, dejó mal parada a toda la defensa, se escapó Recchia y ante la salida de Paz, se la picó por arriba. Iban apenas 12′. Antes, el partido había sido disputado, pero el dueño de la pelota era San Martín.

Luego del gol, el local se acomodó y siguió aprovechando los pelotazos. Porque el pésimo estado del campo de juego, y no precisamente por la lluvia, impedía a Muñiz hacer su juego y muchas veces los jugadores tropezaron y se cayeron producto de las protuberancias que tenía el piso.

En el primer tiempo, el Quemero no le encontró lo vuelta. Casi que no tuvo chances, no supo cuál era el camino, y sus intentos de desbordar por las bandas y tirar centros se transformaron casi en el único argumento. Necesitaba sorprender, porque todo era previsible. Y por eso el local lo resolvía bien. La única que pudo enganchar, fue un cabezazo de Costa Repetto que se fue por arriba del travesaño.

Burzaco, en cambio, tuvo varias chances para ampliar. Una fue un mano a mano que Paz tapó al corner, otra un fuerte disparo que se fue por arriba del travesaño. Y otra, un remate de larga distancia bombeado, que bajó justo en el arco y muchos gritaron gol, pero la pelota se había ido por arriba.

El primer tiempo se fue con mucha preocupación por el lado visitante y la tranquilidad del local que ganaba y, dentro de todo, lo controlaba. Pero en la segunda mitad todo cambiaría.

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Brian Núñez iba desde el arranque en lugar de Jara, que como todavía sufría de anginas, pudo aguantar un tiempo. El equipo se adelantó unos metros, Lucas González subió al mediocampo y el equipo empezó a llegar. Le sacó la pelota a San Martín, y fue, lentamente, arrinconándolo.

La primera clara fue un balón cruzado de derecha a izquierda para la aparición en soledad del pibe González, que fue a enfrentar al arquero y, apareado por la marca, disparó y la pelota dio en el arquero y se fue al corner. El lateral izquierdo la volvería a tener, cuando Jonathan Molina metió un centro casi en el área chica para que aparezca el pibe con el cabezazo, pero la pelota se fue por arriba.

Con el correr de los minutos, Muñiz merecía al menos el empate. Es verdad que San Martín tuvo alguna que otra para ampliar, de contragolpe. Porque con el equipo parado en ataque, era previsible sufrir la contra. Galeano se la jugaba y entraban primero Topacio y después Iluminatti, quedando para defender prácticamente con tres.

La gente del local se impacientaba porque veía que su equipo no respondía. Y era verdad, pero era Muñiz el que no lo dejaba responder. Así llegaría la jugada más clara del partido, desborde por izquierda, centro a media altura y apareció Costa Repetto solo para empujarla con el arquero vencido pero la agarró mal de aire y la pelota se fue por arriba del travesaño. Una pena.

Después de esa, el Rayo tuvo algunas más. Pero no ligó. Terminó con Paz volanteando por izquierda y recibiendo una falta tremenda, un centro al área donde estaban todos para buscar el cabezazo pero no hubo caso. La pelota no entraría.

Con el final del partido, vino el desahogo de la gente local, que pedía a gritos que el árbitro lo terminara. La imagen de los jugadores de Muñiz fue muy dolorosa, incluso con lágrimas en los más jóvenes, luego del partido que se había perdido. Fue injusto perder así, pero lamentablemente, y como diría el DT de San Martín, gana el que hace los goles y el que lo hizo fue el local, el Quemero intentó e intentó pero no pudo. Ahora Alem ganó y lo superó, apoderándose del quinto puesto, un punto arriba, y hay que esperar a lo que pase mañana entre Ituzaingó y Riestra para tener un panorama claro sobre lo que va a pasar el sábado, cuando el campeonato finalice.

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