Primera Nacional - ATLETICO TUCUMÁN - MAURICIO VERÓN

El grito sagrado

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El defensor, que marcó el tanto que le abrió las puertas del ascenso a la B Nacional a Atlético, se

"Pasan los años y cada vez que vengo a Tucumán ocurre lo mismo. Los hinchas de Atlético me paran para agradecerme el gol que le convertí a Racing de Córdoba y que abrió las puertas al ascenso a la B Nacional", asegura un sonriente Mauricio Verón que está de visita en la provincia. La historia del defensor es por lo menos llamativa. Jugó casi toda la temporada 2007/08 del Argentino A como segundo marcador central. Pero el entrenador Jorge Solari, por la lesión de Martín Granero -ídolo indiscutido de ese plantel-, pasó a la mitad de la cancha. "No tengo dudas que ese fue el mejor gol de mi carrera por todo lo que significó", agrega entusiasmado.



- ¿Qué recordás de ese encuentro?

- Que habíamos arrancado el partido ganando 1 a 0 con tanto de Héctor "Yaya" Álvarez. Sin embargo, al final del primer tiempo ellos nos empataron y el estadio enmudeció. Lo mejor que nos podía pasar era marcar el segundo tanto rápido porque los cordobeses, asumo, iban a colgarse del travesaño. El gol llegó así: vino un tiro libre desde la izquierda y de cabeza logré vencer a Esteban Dei Rossi.



- Las alegrías no terminaron ahí porque al año siguiente lograste ascender a Primera…

- Sí, por suerte tuve la oportunidad de integrar ese equipazo que logró llevar a Atlético a lo más alto. En ese torneo jugué 15 partidos y después me tocó conformar el grupo que no era titular. De todas maneras, en ese plantel siempre hubo una sana competencia.



- ¿Con cuál de los equipos te quedás?

- Con el que logró el ascenso a la B Nacional. Jugué 25 partidos y me sentí participe de la campaña. Solo me perdí un mes y fue porque me operaron de los meniscos. En la temporada siguiente estuve más en el banco que en la cancha. El triunfo sobre Talleres con el que ascendimos lo viví desde afuera, por más que estuvimos todos en Córdoba. Lo disfrutamos mucho.



- ¿Todavía recordás lo que fue el regreso de Córdoba?

- Por supuesto. Hasta ahora mis amigos, que no tienen nada que ver con el fútbol, ponen mi nombre en internet y no pueden creer lo que fue esa caravana. La llegada a la provincia, con 10 personas subidas a un carro esperándonos o la charla que tuvimos con los chicos en una escuela son recuerdos que no se borrarán jamás. Tuve cinco ascensos en el país, pero como estos, ninguno. Es más, creo que las emociones que viví entre 2007 y 2009 solo podrán ser superadas por la llegada de un nuevo hijo. Moriría por volver a lucir esa camiseta. Las ganas de Verón de volver al equipo de 25 de Mayo y Chile tiene su razón de ser. En dos oportunidades estuve cerca, pero por una cuestión u otra, se quedó con las ganas.



- ¿Qué pasó?

- En 2011 Solari me tuvo entrenando muchos días con el plantel. Tenía que esperar porque aguardaba la llegada de otros jugadores para confirmarme si me quedaba o no, pero no podía seguir aguantando porque tenía miedo que se repitiera la historia. En 2010, los directivos habían acordado mi regreso, pero les faltaba la opinión del entrenador que debía arreglar con el club. Vino (Enrique) Hrabina y me desechó. Por esperar, perdí ofertas para jugar en clubes del Argentino A y del fútbol boliviano. Terminé en Sarmiento, de La Banda, de Santiago del Estero.



- ¿Esperás un llamado de Atlético?

- Siempre hay alguno, pero varían con el rendimiento de cada uno. En 2011 no fue un buen año porque me lesioné y no me recuperé bien. Pero este 2012 disputé el Torneo del Interior y a un equipo de Córdoba donde jugué 36 partidos. Tengo muchas ganas porque estoy bien física y futbolísticamente. Que el teléfono suene es una buena señal.

La "Bruja", como lo conocen en el ambiente, por el momento no tiene pensado colgar los botines, pero sabe perfectamente que su futuro estará vinculado al fútbol.

"Me gustaría seguir jugando tres o cuatro años más. Estoy bien de la cabeza, pero también creo que estoy capacitado para ser técnico. Puedo volcar la experiencia de 18 años de carrera que implican partidos picantes, entrenamientos y concentraciones", explica entusiasmado.



- ¿Ya tenés el título de técnico?

- Sí. Al curso lo inicié en Tucumán y lo terminé en Córdoba. Por el momento quiero instalarme. Mi mujer es de esta provincia y por eso siempre vengo al menos dos veces por año. Creo que en el futuro seré entrenador. Arrancaré con las divisiones formativas y después iré avanzando y veré cómo me va en esta nueva función.



- ¿Qué entrenador tenés como referente?

- Aprendí de varios. (Héctor) Rivoira, (Ricardo) Caruso Lombardi y Gustavo Alfaro, con el que ascendí en Quilmes, "Mostaza" Merlo, que me hizo debutar en Córdoba, (Andrés) Rebottaro (estuvo en el ascenso de Argentino de Rosario) y también fue muy importante lo que recibí en los tres años que estuve en Newells , donde jugué en Reserva, pero no tuve chances de debutar en Primera.



- ¿Cómo analizás al fútbol actual?

- No es bueno para la vista. No hay buenos jugadores o hay pocos equipos que tienen cuatro o cinco buenos futbolistas. Los clubes que están trabajando en inferiores cosechan grandes frutos. Así lo hacen Vélez, que se consagró campeón, y Lanús que estuvo peleando por el título hasta el final. Los chicos juegan un solo torneo y ya son vendidos al exterior. Todos quieren progresar económicamente.



- ¿Pudiste hacer alguna diferencia económica?

- Algo se hace. Hay que saber invertir muy bien. Tengo una casa en Santa Fe y varias propiedades, a pesar de que no pude haber jugado en el exterior.



- ¿Cómo hiciste entonces?

- Desde hace nueve años que manejo mi pase. Siempre resigné un sueldo alto para que me pagaran seguro. Estoy esperando alguna propuesta porque estoy convencido que algo bueno habrá en el camino.

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