Marcelo Fuentes es el máximo responsable del momento y debe encontrar las respuestas. Patrón no tiene gol, le cuesta generar situaciones, juega desconcentrado, se cometen errores tácticos que ya costaron dos derrotas. Pero más allá de lo grupal, el nivel individual, en muchos casos, también es un problema.
Solo van tres fechas del Torneo de Transición de la Primera B Nacional, se jugó el 15 por ciento de la competencia, Patronato tiene un solo punto y aún no ha logrado convertir goles. Le faltan ideas y no genera lo que debería.
El esfuerzo realizado para formar el plantel y traer un entrenador como Marcelo Fuentes, que era el quería la mayoría, hasta aquí no dio sus frutos. Más allá del incremento en el presupuesto y la llegada de futbolistas con sueldos más elevados el equipo no aparece, Patrón no gana y los rivales festejan cuando lo enfrentan.
Nada está definido, ya que hay varias chances para poder remontar algo que recién se empieza, pero a esta altura ya hay cosas que están más que claras.
Los jugadores llegaron en tiempo y forma. La pretemporada se realizó de la manera esperada y preparador físico Hugo Tinti exigió a todos para que estén a la altura de las circunstancias. En lo que va del trabajo, que comenzó en los primeros días del mes de julio, solo se registra una lesión para destacar, la de Maximiliano Caire, que en la actualidad padece una contractura, pero que podría regresar en cualquier momento. Hay variantes de nombres y también en el puesto por puesto. Todo indica que las respuestas las tiene que encontrar Fuentes, quien hasta aquí viene ignorando a jugadores importantes en procesos anteriores y no cumple con su dictamen de que: "Juega el que está mejor". Al menos eso es lo que se aprecia viendo el día a día de los trabajos Rojinegros.
Son varios los puntos en donde el DT está fallando. El primero fue no darles la confianza necesaria a jugadores que terminaron realizando una tarea más que aceptable en el proceso anterior. La defensa del elenco entrerriano fue la segunda menos goleada (34 tantos en contra) por detrás de Huracán que recibió solo 30. Lautaro Geminiani (16 partidos, le terminó ganando el puesto a Gabriel Graciani que jugó 30), Walter Andrade (36), Ignacio Bogino (38) y Lucas Márquez (37) fueron quienes más partidos disputaron y todos hoy forman parte del elenco Santo, pero aún no han jugado ni siquiera algunos minutos juntos.
En el puesto por puesto hay muchas cosas que están a la vista. Más allá que en el discurso se trate de culpar a la suerte o a la falta de tranquilidad (los futbolistas están jugando en un club que cumple con lo pactado y donde la gente no molesta a nadie en la calle, entonces: ¿Desde donde sale esta tensión o presión?), los nombres de Márquez, Adolfo Lima, Lautaro Comas, Alejandro Almada, Marcos Minetti, Marcelo Guzmán y Lautaro Geminiani ya tienen su peso propio dentro del plantel, sin embargo solo los últimos dos han estado un partido como titular, algunos han sumado pocos minutos y otros hasta aquí nunca fueron convocados. La idea de que Roberto Brum y el Chelo no puedan jugar juntos es una falacia, con Sergio Lippi lo hicieron frente a Independiente y jugaron un gran partido.
Mientras que hay otros nombres que tendrán que comenzar a justificar dentro de la cancha porqué Fuentes confía tanto en ellos. En este caso no solo son los refuerzos, también hay nombres que ya estaban cuando asumió el nuevo cuerpo técnico que tienen que aumentar su nivel para colaborar con el grupo.
Errores tácticos, desconcentraciones, superposiciones y cambios que no son productivos se suman al momento del Santo en el torneo. Patrón tiene que cambiar, está ante una chance histórica de ascender y debe reaccionar a tiempo.
El material está, las ganas están y el apoyo también. Nadie tiene que estar nervioso, hay que trabajar y demostrar que se puede ilusionar a la gente. El viernes es una linda oportunidad, con un rival que saldrá a jugar y que le dejará espacios.
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