Primera Nacional - PATRONATO

41 puntos y KO táctico en el final

Luego de 21 partidos, el plantel de Iván Delfino concluyó un semestre con puntaje de ascenso. Tuvo más virtudes que errores y sigue siendo un firme candidato para subir de categoría. Ante Atlético Paraná ganó con claridad y con un nocaut estratégico que vale destacar. Ahora le queda una rueda para poder reafirmar el momento.

El balance de la primera rueda del Torneo Nacional de Patronato es excelente. El equipo de Iván Delfino cosechó 41 puntos, manteniendo una idea de juego que se fue acomodando para cada compromiso y que pocas veces falló.

Era difícil imaginar este presente del Rojiengro, luego de un semestre doloroso, donde no se pudo lograr un objetivo que parecía factible. Era delicado creer que estos jugadores, que en su mayoría vivieron el proceso anterior, podían dar una vuelta de timón y convertirse en uno de los serios candidatos a lograr uno de los ascensos que otorgará la segunda categoría más importante del fútbol argentino. Pero esto ocurrió y el nivel de muchos de los futbolistas Santos, los colocan como principales exponentes en sus puestos para la categoría.

HUMILDAD
El perfil elegido para este proceso fue el acertado. La dirigencia optó por traer un entrenador como Iván Delfino, que llegaba con menos chapa que otros de los candidatos al cargo, pero tenía la imagen indicada para el puesto.

El DT trasmitió rápidamente sus intenciones, con sencillez y sin hacer del fútbol una ciencia complicada. "Todos los técnicos de la categoría trabajamos igual", sostuvo en más de una oportunidad el sunchalense. Una frase que habla de su humildad, pero que seguramente es poco cierta, ya que en nuestra ciudad algunos entrenadores han querido imponer ideas erróneas, con trabajos poco claros para los futbolistas, que por más profesionales que resulten, nunca reciben con claridad los mensajes.

Delfino hizo llegar la idea rápido. Los jugadores la entendieron y más allá de las modificaciones que puede ir bajando, la intención es aceptada con inmediatez y por eso pocas veces falla.

LOS NÚMEROS
El conjunto de barrio Villa Sarmiento realiza su mejor campaña desde la llegada a la máxima categoría de ascenso. En 21 logró cosechar el 65 por ciento de los puntos disputados, alcanzando las 41 unidades, producto de doce victorias, cinco empates y apenas cuatro derrotas. Siendo uno de los elencos más goleadores con 32 tantos y el menos goleado con apenas 12 goles en contra.

En lo que va del torneo Delfino ocupó a 23 futbolistas de los que integran el plantel y 13 de estos han logrado convertir. El Santo no tiene un futbolista encumbrado en la tabla de goleadores, pero reparte sus tantos entre todas las líneas que conforman el equipo.

GOLPE DE KO
Patrón no jugó a las escondidas en la semana. Delfino metió manos en el equipo y su idea para ir a jugar ante Paraná estaba a la vista de la opinión pública. El Santo sabía que Atlético Paraná salteaba líneas y presionaba con mucha gente en los primeros minutos y por eso no lo fue a buscar de entrada, dejó que el dueño de casa ataque. El empellón del Decano pasó y el elenco de calle Grella se acomodó y se adueño del partido, así como el cuerpo técnico lo había pergeñado.

Las artimañas utilizadas para creer que en el fútbol se puede inventar algo, no surgieron efectos. Cerrar las puertas de los entrenamientos, mojar la cancha, exacerbar a jugadores para que se fueran del partido no alcanzó. El planteo táctico fue excelente y el gol de Diego

Martínez un golpe de nocaut para justificar una victoria que se generó en la semana, en el trabajo pactado, en el mensaje simple para un grupo de jugadores que volvió a demostrar que está a la altura de las circunstancias. La jerarquía no se regala, la jerarquía no es algo que se obtiene y después permanece en el tiempo. A la jerarquía hay que alimentarla siempre, con actitud y hambre de gloria. El Santo le ganó a un digno rival, mostrando que tiene suficiente jerarquía para ser protagonista.