En la vuelta a Rodney y Magnasco, y a tres días de cumplir 59 años de vida, Laferrere se dio el gusto de ganarle a San Martín de Burzaco por 2 a 1, con goles de Bruno Rodríguez, y, de a poco, se arrima a lo más alto de la tabla. El Villero, además, estiró su invicto a 15 partidos.
No puede decirse que fue el regreso soñado porque faltó lo más importante: el aliento del pueblo villero en las tribunas. Pero sí se puede afirmar que la vuelta de Deportivo Laferrere a su estadio trajo alivio, alegría y esperanza. Porque después de deambular por varias canchas durante más de cuatro meses, el Verde volvió a ser local de verdad y le ganó 2 a 1 a San Martín de Burzaco.
La victoria, además, le sirvió al Verde para arrimarse a los punteros del torneo (quedó a cinco unidades del líder, Talleres de Remedios de Escalada) y le permitió alargar a 15 partidos su racha sin perder, desde aquel lejano 1-2 ante Lamadrid, por la sexta fecha del campeonato.
La victoria le sirvió al Verde para arrimarse a los punteros del torneo y le permitió alargar a 15 partidos su racha sin perder.
No fue sencilla la victoria de Lafe. Para nada. Es más, tuvo que sufrir hasta el final antes de liberar el grito de festejo. Pudo ponerse 2 a 0 gracias al oportunismo de Bruno Rodríguez, que facturó por duplicado en el primer minuto del complemento y a los 20. Pero la expulsión de Damián Giménez, un rato después, hizo que el equipo de Sergio Quiroga se retrasara y que el elenco visitante se envalentonara.
Así, llegó el descuento sobre el final y los postreros embates de San Martín que, por suerte para el Verde, no terminaron con la pelota dentro del arco de César Monasterio.
En síntesis, Laferrere adelantó los festejos por su cumpleaños número 59 (los cumplirá el 9 de julio) y se regaló una victoria tan esperada como celebrada. Atrás quedaron ocho partidos en los que tuvo que ser local lejos de su casa. Lo que viene pinta bastante más alentador. La ilusión de pelear seriamente por el ascenso empieza a tomar forma.
