El plantel de Claypole se presentó esta mañana a entrenar y se encontró con el presidente del club, Claudio Caballero, nada más y nada menos que atrincherado. Lo que parece picarezco, poco tiene de gracioso.
Caballero impidió que el plantel se entrene debido a una razón: pretende desafectar a cinco jugadores de Claypole, equipo que actualmente milita en la Primera D y corre serios riesgos de desafiliación. El motivo es que estos cinco jugadores estarían implicados con una agrupación de hinchas (o barras) y ex jugadores que, según el presidente de Claypole, lo apretaron.
Daniel Carballo, ex jugador y uno de los acusados del apriete, manifestó: "Se cree el dueño del club. No sabe hablar. Nadie lo quiere, pero se maneja como si todo le perteneciera. Es una persona nefasta, que le está haciendo mucho daño a Claypole en este momento tan delicado que atravesamos, ya que estamos peleando por no quedar desafiliados".
La versión de Carballo fue respaldada por el arquero actual del equipo, Sergio Meli: "No pasó nada de lo que se dijo, la agrupación nos dio su apoyo, nos alentaron y creo que se vio reflejado en el partido. Jamás se apretó al plantel".
Para finalizar el papelón tuvo que intermediar la policía y reunidos ciertos referentes con integrantes de la institución, acordaron entrenar al menos por esta semana en otro lugar de Berazategui.
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