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Se entregó José Luis Meiszner

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El ex presidente de Quilmes y hasta la semana pasada Secretario General de Conmebol se presentó en los tribunales de Quilmes; la Justicia de Estados Unidos lo involucró en el escándalo de corrupción en el fútbol

Este miércoles se entregó el primer dirigente argentino involucrado en el FIFAgate, el escándalo de corrupción en el fútbol que investiga la Justicia de los Estados Unidos. Se trata de José Luis Meiszner, el ex presidente de Quilmes y hasta hace pocos días Secretario General de Conmebol, quien tenía pedido de captura internacional desde el jueves pasado.

El dirigente se presentó en los tribunales de Quilmes en la mañana de este miércoles. Estaba acompañado por su hijo y por el abogado Luis Daer.

Se estipula que la defensa pedirá prisión domiciliaria alegando que el ex secretario de Conmebol tiene problemas de salud y que el próximo 8 de febrero cumplirá 70 años, la edad necesaria para recibir ese beneficio.

Por otra parte, el abogado de Eduardo Deluca, ex representante de AFA en Conmebol y sobre quien también también recayó el pedido de captura internacional, presentó un escrito en el juzgado del juez Daniel Rafecas solicitando la de prisión domiciliaria con los mismos argumentos de Meiszner. Tiene 75 años, lo que aceleraría el proceso.

De todas formas, y más allá de que reciban este beneficio, la Justicia norteamericana pretende que todos los involucrados en el FIFAgate declaren en Estados Unidos.

La semana pasada, el ex dirigente de Quilmes había presentado su renuncia a su cargo como Secretario General de Conmebol con una carta dirigida a Luis Segura, actual presidente de AFA y candidato a la reelección.

Meizner, mano derecha de Grondona e identificado con el propio Segura, forjó su carrera como dirigente en Quilmes, en donde lo homenajearon al llamar al estadio con su nombre.

A los más de 30 años que pasó en el Cervecero también se suma su larga experiencia en la AFA, donde se ganó la confianza de Julio Grondona, a quien acompañó hasta el último día de su vida.

Luego del escándalo que explotó en mayo pasado con la detención de siete dirigentes, se alejó de la exposición mediática y casi no participó de las decisiones del organismo que regula el fútbol en la Argentina.