El DT de Güemes de Santiago del Estero Ricardo González quiso quitarse la vida la semana pasada y afortunadamente ya se encuentra fuera de peligro. Afirma que lo acusaron de autorobo en su casa familiar. Bilardo decía 'para saber lo que es salir campeón del mundo, hay que salir campeón' y para estar en este momento, hay que vivirlo". Repasá la emotiva entrevista con Rulo.
"Hoy estoy mejor. Con un tratamiento, es la primera vez en la vida que voy a un psicólogo. De a poquito voy mejorando. Fue un cúmulo de cosas; hay un porque pero no se el momento exacto", expresó González quien conmovido pero seguro, comenzó su relato de los hechos. "Venía de buen momento, quizás el mejor año como técnico. Acabo de cumplir 44 años"
Según Rulo, todo comienza el miércoles por la noche, mientras se organizaba para viajar a las seis de la mañana de jueves con el plantel: "Recibo un llamado de mi esposa, que la habían asaltado y a las 10 de la noche vine a casa (en Córdoba). En esos días sucedieron un par de cosas que por ahí la mente no las puede manejar"
"No fue nada material, hubo algo que me cayó muy mal. El viernes pasado (día del hecho) me encontré en páginas policiales de acá de Córdoba, en donde se duda sobre el entorno familiar (sobre la autoría del robo) y el entorno familiar somos mi hija y yo. Supuestamente mi esposa me jura y perjura que ella no dijo nunca nada de eso", relató el DT. "Leer ese diario fue el detonante", agregó.
"A mí el orgullo me mató. 15 días atrás estaba en las tapas por ser el único DT que ascendió en Córdoba y ahora estoy en la parte policial. Y mi esposa me dice 'yo no hablé nada'. Tengo mi ego también, se fueron desencadenando algunas cosas, hasta que apareció el auto con algunas pertenencias, hubo una discusión cuando intentaba volverme a Santiago... lo que quiero aclarar es que no fue material", explayó Ricardo.
"En este momento estoy internado con asistencia de un psicólogo. Estoy aislado y no me negué a hablar con ustedes porque los conozco. Le dí la libertad absoluta a Güemes para que busque DT. Párrafo aparte para Makhoul (presidente) y su esposa, y a dirigentes que se tomaron el trabajo de venir desde Santiago, a un par de jugadores y mi colaborador, Mauricio González. Esas cosas me gratifican. Estoy tratando de descansar y dormir sin fármacos, que no me vuelva farmacodependiente".
"Me shockeó verme en el diario. Mi entorno somos tres personas. Mi esposa me dijo que no había hablado"
"Recuerdo hasta que subí a un tobogán y no me acuerdo más nada. Soy muy bilardista en todo pero me gusta que mis equipos jueguen bien. Bilardo decía 'para saber lo que es salir campeón del mundo, hay que salir campeón' y para estar en este momento, hay que vivirlo".
"Yo lo premedité. Dejé una carta. Yo habló con mi mujer, venía de tres días sin dormir y decido irme a Santiago. Cuando tomo la bolsa con la soga, ella se desespera, yo salgo corriendo y ella se resbala. Yo me fui, me fui... le estoy contando algo que no lo sabe nadie"
"Después vuelvo a la noche a casa y no me abría. Me estaban buscando con la policía. Como no me abrían y el último colectivo a Santiago había salido y el de las 12 de la noche no tenía lugares, decidí dormir en un hotel, donde está el registro. Habré salido a las 7 y de ahí me fui al lugar (dónde se intentó suicidar), a 20 metros de casa. Lo único que recuerdo es que llegó el muchacho del café donde se juntan los tacheros. Después no recuerdo más nada hasta que me desperté"
"Ahí sentí, más que dolor físico, el alma tengo dolida, el orgullo. Es muy díficil (...) es un segundo, yo lo premedité si, pero ese segundo cuando subí a la escalera, entré nublado"
"No puedo decir cuando voy a volver. Vamos a ir viendo, tampoco es fácil. Lo único que le pido a Dios es que los muchachos ganen, porque se lo merecen. Seguramente a alguno le sirva escuchar esto"
Escuchá la entrevista completa.
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