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Lucero: "Estoy celebrando un año increíble"

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El Toro Cristian Lucero, quien en 2016 pasó por Gutiérrez y Huracán, habló de sus dos ascensos y recordó lo difícil que fue su carrera.

Todo logro tiene su historia, sus secretos, sus anécdotas, y la trayectoria del Torito Cristian Lucero no es la excepción. El delantero de 29 años ha recorrido muchos campos de juego a lo largo de su vida, y ha vestido con honores camisetas para todos los gustos, pero sin dudas este año será inolvidable.

En 2015 ascendió al Federal A con Gutiérrez Sport Club, luego tuvo un gran año con el Celeste y en junio de este año pasó a Huracán Las Heras. Poco tiempo después aseguró varias veces que vivía un déjà vu, y que todo lo retrotraía al pasado en Gutiérrez. Y tuvo razón, se repitió el logro, y ascendió con el Globo, por lo que fue premiado por Diario UNO a la excelencia deportiva.

"Cuando uno sueña las cosas muchas veces, se hacen realidad. Me pasó con Gutiérrez: me acostaba todos los días, todos, y cada vez que apoyaba la cabeza en la almohada soñaba con el momento de jugar la final, y eso que estábamos en la mitad del torneo. Acá (en Huracán) me pasó exactamente lo mismo", contó.

Pero no todo fue sencillo para el goleador, quien debió atravesar un camino sinuoso y sortear muchos obstáculos para alcanzar la gloria.

"Hice las inferiores en la Lepra y estuve hasta 2007, cuando ascendimos a la B Nacional con Roberto Trotta. Fui a préstamo a Juventud Unida de San Luis, volví a Guaymallén, pasé a Sportivo Patria de Formosa y luego al CEC, donde jugué el Torneo del Interior, mientras tanto me puse a trabajar de repositor. Tuve que vivir de otra cosa".

"Bajé mucho desde aquel ascenso con la Lepra. Me fui a Algarrobal a jugar la B de la Liga y ascendimos. No teníamos conos, pecheras, no cobrábamos un peso, pero el amor que recibí en ese club es incomparable. De ahí me fui a Rivadavia y después a Argentino", continúa en el relato: "Scivoletto me llamó y le estaré eternamente agradecido. Me dio una mano increíble. Cuando nadie me quería, él me dijo que sí y me llevó a Talleres, pero seguía viviendo de ser repositor hasta que después vino Montecaseros, y como es un club económicamente muy ordenado, me dio la posibilidad de vivir del fútbol".

"Después vino lo más lindo de mi carrera, que fue ir a Gutiérrez, ascender y jugar un año y medio en el Federal A. Este año bajé de categoría para jugar en Huracán, pero sabiendo que iba a un grande. Y por suerte estoy celebrando un año increíble. Cuando recuerdo todo lo que me pasó, disfruto de todo lo que me está pasando. El premio que me dio Ovación fue el reconocimiento a muchos años de esfuerzo, no sólo a este".

Sentimientos de ascenso
"Antes de viajar a Salta, soñé el gol de la final. No cómo iba a ser, sino que lo hacía a los 10', no sabía si del primero o del segundo tiempo. Y sucedió". Lucero marcó a los 10' del complemento en Salta, a Central Norte, en el partido en que Huracán logró el ascenso.

"Cuando se rompió el micro en Chepes nos pusimos mal en el momento, pero pasó rápido. Estuvimos en la orilla de la ruta tomando mates hasta las tres de la mañana contando historias. No terminó siendo tan malo. Esas cosas hicieron que el sabor del ascenso fuese más dulce", continuó el Torito.

"En el primer gol, todos nos mirábamos a la cara. No lo podíamos creer. Sabía que iba a ser nuestro. En el segundo gol, sentí mil cosas. Fue un regalo de Dios la pelota que me quedó. Cuando le pegué sentí que le había pegado bien", confesó.

"Cuando el arquero me atajó el penal, sentí una angustia incomparable. Caminé hasta la mitad de cancha mordiéndome la lengua. Los chicos me abrazaron y me largué a llorar, y Marcos Barrera me dijo 'tranquilo, si con tus goles nos trajiste hasta acá. Franco va a atajar', y cuando Agüero atajó, más grande fue el llanto".

Y continuó: "A Agüero le conté muchas cosas del torneo que gané con Gutiérrez. Que teníamos un arquero que ganaba partidos (Cristian Aracena). Sabíamos que si nosotros hacíamos goles, lo ganábamos, porque atrás éramos infalibles. Y con él nos pasó igual. Tuvo errores en la final de ida, pero no manchó el excelente torneo que hizo".