Este miércoles se jugó en Floresta el partido de reserva entre All Boys y Chicago con todo lo que eso implica. Como es costumbre, cuatro dirigentes de fútbol amateur acompañaron a la delegación, esta vez con un agente policial que escoltó al micro y quedó de custodio en la antesala del vestuario.
Antes del partido, los dirigentes se encontraban al borde del campo de juego dialogando con sus pares del Albo, pero uno de ellos les solicitó que no podían permanecer allí y que debían ver el cotejo en la tribuna local. En ese sector, los 4 vieron todo el primer tiempo y los primeros quince del complemento. En ese momento, cinco barras de All Boys ingresaron armados y fueron directamente al único dirigente que vestía ropa del "Torito", le robaron la campera, la chomba y estuvieron a punto de robarle el pantalón. En ese momento, al ver la situación y el lío, el árbitro decidió suspender el partido. Según el oficial policial que estaba apostado en la antesala del vestuario, esos cinco "hinchas" ingresaron por dentro de las instalaciones del club, que estaban cerradas en la previa.
Luego de intimidar y robar a los cuatro dirigentes, los mismos barras fueron a la platea donde pasearon impunemente, amenazando y gritándole a los pocos asistentes, generalmente padres y familiares de los jugadores, que estaban viendo el partido mezclados con los locales sin ningún problema.
El partido continuó (ganó All Boys 1-0), los jugadores, los dirigentes y los padres, se subieron rápido al micro que los trasladó y fueron escoltados hasta la Avenida Rivadavia por motos policiales. Un gran y vergonzozo escándalo.
Hasta el momento la dirigencia no evaluó la posibilidad de realizar la denuncia del caso, aunque hay chances que en la reunión de la divisional se mencione el caso para tratar de que no vuelva a pasar.
