Argentino A - CENTRAL NORTE

Una ilusión con las alas rotas

Central Norte no pudo contra la inapelable efectividad de un Talleres que vino a Salta a vender cara su derrota. Fue presa de su ansiedad y se le acabó el sueño del ascenso directo. Ahora lo espera la reválida. Sería desmesurado, desacertado y prematuro calificar con el rótulo de fracaso el torneo de Central Norte, que ayer se convirtió en el único equipo salteño en quedarse afuera del endecagonal final por el ascenso directo, tras caer sin atenuantes con Talleres de Córdoba, por 2 a 0, ante un enmudecido estadio Martearena. Sí fue un golpe de realidad, un amargo trago de decepción. Un porrazo muy fuerte y difícil de superar, como todo aquel que lo sufre cada vez que su ascenso es más elevado y cuando se proyecta volar muy alto. Porque este cuervo que ayer dilapidó su última oportunidad de meterse entre los seis mejores del endecagonal había ascendido a la altura de las máximas consideraciones y arrancó lustrando una chapa de candidato sustentada con el brillo de sus refuerzos y su noción de equipo “en serio” en el inicio de la temporada. El cuervo arrancó la tarde gris con los mejores augurios: Benítez levantó por los aires a Diego Magno a los 3' y el juez Espinosa no dudó en sentenciar el penal que Enzo Noir desaprovechó quemando los guantes de Aguiar. Esta situación marcó un punto de inflexión y modificó el curso del partido, porque luego el Talleres “alternativo” reaccionó y sorprendió casi de entrada con su juego atildado. A los 8' Alvarez vio adelantado a Maino y desde media cancha ensayó un remate que el uno terminó despejando casi sobre la línea. Y tres minutos más tarde, fue Velasco el que se anticipó en las alturas tras un centro perfecto de Francés para ganarle la posición a Fretes: 1 a 0. La T se agrandó y fue por más, desplegando un muy buen fútbol. A partir de los 20 min llegó la reacción de Central, a su manera: con excesiva aceleración, extrañando a Oga y sin un jugador que ponga la pausa justa, con un concierto de yerros de Noir y con la ansiedad minando todo el terreno. La receta no cambió en el complemento: Central era lucha y empuje, pero derrumbaba en los últimos metros aquel castillo que tanto le costó construir. Marró infinidad de situaciones y merecía el empate con creces, pero Talleres se defendía bien y a los 26' mandó el segundo golpe a los corazones azabaches con una contra letal que encabezó Francés y que culminó Alvarez, cuyo remate de emboquillada dio en el travesaño antes de ser aprovechado por Velasco para derrumbar de un plumazo la ilusión cuerva del ascenso directo.

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